Los edificios ecológicos. Cada nuevo edifico debería ser construido con eficiencia
energética y con lugares para cultivar. En la Alcaldía (de Vancouver)
tenemos colmenas y un jardín comunitario en donde la gente puede cultivar.
Además, hay que hacer reorganizaciones energéticas en los edificios que ya
existen.
Reducir
las emisiones de los vehículos de transporte oficial. Puede hacerse
comprando carros eléctricos.
Pensar en la infraestructura como oportunidades ambientales:
calles, andenes, semáforos... En Chicago usamos cemento fotocatalítico, que tiene un aditivo
químico que absorbe el esmog para mantenerse blanco; y si hay una calle blanca, necesitamos
menos iluminación, menos consumo energético.
Usar
recursos para permitir que las ONG y grupos ambientalistas puedan liderar
proyectos. En Vancouver tenemos mucha tierra sin uso, al lado de las
calles, por ejemplo. Nosotros les permitimos que en esas áreas ellos monten jardines y cultivos comunitarios. Hay que empoderar a la comunidad.
Permitir que la ciudad utilice su poder de gestión y compra
en impulsar la innovación y las economías locales. Bogotá, Vancouver o Chicago
gastan miles de millones cada año en papelería, por ejemplo. En Vancouver, el
papel que compramos es ciento por ciento papel reciclado. Gastamos un poco más
de dinero, pero eso significa que ahora hay un mercado, un incentivo para reciclar porque alguien esta
comprando ese papel. Lo mismo pasa con los alimentos... compramos alimentos de
cultivos locales.
Hablar del pago por servicios ambientales. Debemos explorar
nuevos modelos financieros para abordar estos desafíos. Colombia tiene
grandísimas áreas de selva tropical, yo pienso que países mas ricos deberían pagar por la preservación de
esos recursos. También me gusta ver que las empresas paguen por el carbono que emiten.
Nosotros tenemos un
impuesto sobre el carbono: 25 dólares por tonelada.
Estamos
en una situación de crisis a nivel global y debemos explorar todas las opciones
para preservar recursos.
Hay que
buscar que la gente no tenga que manejar tanto para ir a la tienda, para ir al
trabajo.
Sí, hay que sembrar árboles, pero hay que cambiar de mentalidad.
No es sembrar un árbol
aquí y otro allá. Hay que pensar en bosques, en ecosistemas que presten
servicios ambientales. Un ejemplo: establecer qué parte de la ciudad es
la más caliente y concebir allí un bosque... eso puede enfriar esas partes. En lugar de plantar un árbol
bonito, estamos pensando en plantar árboles que den frutos, para que los
niños puedan recolectarlos y puedan preservarlos y venderlos... para ganar
dinero en su comunidad.
Una ciudad debe dar ejemplo: si una ciudad les dice a sus habitantes que no usen el
carro, el alcalde debe ir en bicicleta. El alcalde de Vancouver va en
bicicleta por todo lado, así esté diluviando. Hay que mostrar a los residentes que sí se puede.
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