Con amor crea en tu interior un lugar
donde la verdad transparente y serena no tenga máscaras ni tapujos.
Tu vida
fluye en paz cuando la
conciencia no oculta lo oscuro y el amor te lleva por el sendero de la luz.
Es triste vivir presos del odio y el
orgullo, y es un
regalo amar la sencillez y ser tan diáfanos como el agua cristalina.
Alégrate si con frecuencia examinas tu rumbo y te dedicas a corregir tus fallas sin buscar fáciles excusas.
Esta tierra es un plano para
evolucionar espiritualmente,
no para acumular bienes y perderte lo mejor de la vida.
Si tus relaciones y tu paz interior no son tus prioridades, estás perdido en el laberinto del Ego, de la inconsciencia.
¡Qué
rico cuando tu alma es un territorio donde no habitan lo turbio, la
podredumbre, la exclusión y los juicios!
Hazte preguntas como estas: ¿Amo de
verdad? ¿Cada día soy más espiritual? ¿El ser es para mí más valioso que el
tener?
Está
comprobado que siendo más espirituales somos más felices.
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