Padre amoroso, ayúdame a ser tolerante, a
valorar la diversidad y respetar el proceso de cada persona.
Haz que no caiga en la
tentación de interferir en el destino de los que amo y de otras
personas.
Lo que me da una vida
serena, en PAZ Y ARMONÍA es buscar la unión, no la confrontación.
Con un amor respetuoso creo un clima respirable y cuando me abstengo de juzgar hay más luz y menos
tinieblas.
Puedo ser alguien que
reconcilia y acerca los corazones, puedo ser un puente y no un muro.
No permitas Dios del amor que el orgullo y el egoísmo me lleven a ponerles
cascaritas a los demás para que caigan.
Renuncio al empeño de
dominar, elijo comprender y hoy destierro la terquedad y acentúo la
flexibilidad.
Quiero amar a cada persona
en su diferencia, aceptar
a todos tal como son y no pretender cambiarlos.
Quiero acoger a cada
persona como tú mismo lo haces, Dios del cielo: respeto sus decisiones y su libertad.
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