Los
gustos físicos de los hombres y las mujeres van en contravía con su realidad.
Nadie
parece estar con su pareja ideal por lo menos en lo que tiene que ver con la
atracción física. Los hombres prefieren mujeres más
delgadas que las que tienen, mientras que las mujeres anhelan hombres o más
flacos o más gordos que con los que viven.
Así
lo revela una investigación efectuada por el biólogo evolucionista Alexandre
Courtiol y un equipo de investigadores de las universidades de Montpellier, UM,
(Montpellier) y Paul Sabatier (Toulouse), en Francia.
Ellos midieron las preferencias de 116 parejas
heterosexuales de Montpellier en aspectos como la estatura y la masa corporal,
que reflejan casi toda la variedad de formas del cuerpo humano, y después compararon los
resultados con las parejas que tienen estas personas en la vida real.
Para el autor principal del estudio, el doctor
Courtiol, del Instituto de Ciencias de la Evolución de la UM, los rasgos
deseados y los reales no coinciden ni para las mujeres ni para los hombres. "Podría afirmarse que la
gente está lejos de su ideal", agrega.
En vista de lo complicado que puede resultar
encontrar a la persona ideal, en el aspecto físico por lo menos, es importante asegurarse de que existan empatía, afinidad
y entendimiento psicológico y emocional.
Para
acertar en la elección de la persona amada hay que analizar la realidad de la
relación, para comprobar si está presente y en qué medida el requisito básico
de toda pareja que funciona bien: la compatibilidad.
Según la psicoterapeuta María Campos, entre
los elementos que hacen que
dos personas sean o no compatibles figuran las ideas sobre la vida
familiar y la convivencia y el valor que le dan a su trabajo.
"También
son decisivos el nivel de madurez y equilibrio emocional de cada uno, la
estabilidad económica y capacidad de generar ingresos y la importancia que les
adjudican al consumo, el dinero y la prosperidad", agrega.
Destaca, por igual, el hecho de ampararse como amigos, compartir
aficiones, gustos y momentos, sentir que se crece y evoluciona con la
otra persona y mantener
espacios personales propios sin caer en la dependencia emocional, como ingredientes claves
de la compatibilidad amorosa.
Otros
factores por revisar son los valores religiosos, culturales y morales, la
capacidad de compromiso y fidelidad, y de compartir el tiempo y las aficiones y
disfrutarlas en pareja.
"Antes
de formalizar una pareja hay que analizar el proyecto de vida propio, para ver qué lugar ocupa la otra persona en ese plan, si las
aspiraciones y deseos de ambos son compatibles y en qué medida la relación
beneficiará o saboteará los objetivos vitales", dice la experta.
Como
quien dice, que en lugar de la atracción física -en la que asegura el estudio,
se fallará- es mejor enfocarse en otros aspectos de la vida.
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