Hoy
podemos llegar al “cielo” explorando y superando limites, inercias y patrones
repetitivos.
Lo nuevo está disponible, pero requiere una actitud diferente.
Mira
tus pensamientos y sensaciones como eventos neutrales e impersonales,
porque, al igual que los sonidos que escuchamos, los pensamientos y sensaciones físicas surgen y
desaparecen espontáneamente, como las olas en ese océano que eres Tú.
No
se pueden controlar, eliminar ni evitar.
Igual que haces con los sonidos, cultiva esa misma actitud amable hacia tus
pensamientos y sensaciones.
Acércate
a tus pensamientos y sensaciones con una actitud de amabilidad y curiosidad.
Míralos como invitados a los que das la bienvenida a tu presencia.
Eres un espacio en el cual surgen los pensamientos, no eres su pensador.
Tus
pensamientos no son tú, y no son realidad; son solo sugerencias,
posibilidades, rumores, propaganda, juicios, voces, imágenes, que saltan hacia
adelante y hacia atrás, que vienen y van: nubes en el inmenso cielo que eres tú.
No
intentes aplacarlos, silenciarlos o detenerlos, soltarlos, eliminarlos o
controlarlos.
Recuerda, si te das cuenta de tus pensamientos, si eres consciente de
ellos, es que no te han
atrapado.
No
te definen.
Eres el contenedor silencioso, no el contenido.
Míralos como invitados a los que das la bienvenida a tu presencia.
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