En
Bali, Indonesia, es muy común la palabra bengong que significa soñar despierto.
En los
hoteles usted se sienta en un bale-bengong o sofacama a soñar despierto ante un
paisaje paradisíaco.
Soñar
despiertos es lo que hacen los niños y los seres idealistas, los que mantienen viva la esperanza.
No es alimentar fantasías vaporosas, es admirar, asombrarse, liberar la imaginación y disfrutarlo todo.
Esa es una de las hermosas lecciones de los secuestrados que salen libres: Todo lo aprecian agradecidos.
Recuerdo
a uno de ellos que en su casa se quedaba un largo rato tocando, oliendo y
mirando diversas frutas.
Las veía como nuevas, como no las ve aquel
que se acostumbra a tantas maravillas que lo rodean.
Anímate a soñar despierto, a valorarlo todo, a dar gracias sin cesar por el milagro de estar vivo.
Ganas mucho si elige cultivar la tolerancia o
el pluralismo, la no exclusión y el respeto amoroso.
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