¿Alguna
vez se ha puesto a pensar en lo hermoso que sería el mundo sin pobreza, sin
enfermedad, sin muerte, sin desgracias como consecuencias de fenómenos
naturales, tales como terremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, sin
guerras entre naciones, sin discriminación racial o sexual o de cualquier tipo?
Un mundo donde reine total paz y armonía. Para mucha gente, algo así es
imposible, pero la Biblia enseña que algo así ocurrirá en algún momento de la
agitada existencia de la humanidad.
Según nuestro último estudio bíblico, después de la segunda venida de
Cristo y los consiguientes juicios a los que estén vivos tanto de la nación de
Israel como de las naciones gentiles, en la tierra quedarán solamente
creyentes, tanto de ascendencia judía como de ascendencia gentil. No habrá una
sola persona incrédula en la tierra para entonces. Además, Satanás será
atado y encarcelado por mil años en un abismo. Los demonios también estarán en
ese lugar privados de su libertad. El Anticristo y el falso profeta estarán
recibiendo su eterna condena en el lago de fuego que arde con azufre. Sin
Satanás de por medio, sin el Anticristo, sin el falso profeta, sin los
demonios, sin incrédulos, el mundo será un paraíso. El único vestigio de pecado
estará en los corazones de los creyentes debido a la vieja naturaleza que como
cualquier creyente poseerán. Pero ¿para qué todo esto? ¿A qué apunta? Pues
apunta a lo que se llama el Reino Milenial. Esta expresión no aparece como tal
en el Nuevo Testamento, pero está fuertemente implicada en las seis veces que
aparece la frase “mil años” en los seis versículos comprendidos entre el
versículo 2 y 7 del capítulo 20 de Apocalipsis.
La palabra milenio proviene del
Latín. De Mille que significa mil y Annum que significa años. Mil años. Entre
los teólogos no existe unidad de criterio en cuanto al milenio. Están los
Amilenialistas, quienes creen que no habrá un reino de mil años con Cristo
reinando en la tierra, ni antes ni después de su segunda venida. El reino
milenial según ellos no es algo político o visible; sino algo de naturaleza
espiritual. Luego están los Posmilenialistas quienes creen que el mundo irá
mejorando en todo sentido, paulatinamente, a medida que el Cristianismo se vaya
extendiendo en el mundo y eso en sí constituye el milenio, al final del cual
vendrá Cristo.
Por último, los Premilenialistas creen que Cristo volverá a la tierra antes del milenio
para reinar en la tierra por mil años literales. Estas son las tres
formas de pensar de los teólogos en cuanto al milenio. En lo personal, no me
cabe ninguna duda en cuanto a apoyar la posición premilenialista. Vistas así
las cosas, la enseñanza de Juan en el libro de Apocalipsis tiene mucho sentido.
Una razón poderosa para pensar que Cristo vendrá a la tierra a reinar en un milenio literal, tiene que ver
con las promesas que Dios hizo a Israel a lo largo de la existencia de Israel
como nación. Considere por ejemplo lo que contempla el pacto Davídico. 2
Samuel 7;12-16 dice: “Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus
padres, yo levantaré
después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré
su reino. El
edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.
Yo le seré a él padre, y él me será a mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le
castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi
misericordia no se apartará de él como la aparté de Saúl, al cual quité de
delante de ti. Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu
rostro, y tu trono será estable eternamente.” Dios hizo este pacto con David.
Se ha cumplido en parte en el reino de Salomón su hijo, pero no ha habido
todavía un cumplimiento total. Dios no puede faltar a su promesa. Los israelitas no poseen un
reino ni un rey en la actualidad. Es por la sencilla razón que han sido
castigados con vara, pero las promesas de Dios a David siguen en pie. Será en
el reino milenial cuando se cumpla la totalidad de lo que comprende este pacto.
Veamos ahora cuales serán
las características del reino milenial. Habrá paz nacional y mundial.
Isaías 2:4 dice: “Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos;
y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará
espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra. Habrá alegría desbordante.
Isaías 9:3 dice: “Multiplicaste la gente, y aumentaste la alegría. Se alegrarán
delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten
despojos.” Habrá santidad.
Isaías 4:3 dice: “Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere
dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén
registrados entre los vivientes.” Habrá justicia. Isaías 11:5 dice: “Y será la justicia cinto de
sus lomos, y la fidelidad ceñidor de su cintura.” Habrá pleno conocimiento. Habacuc 2:14 dice:
“Porque la tierra será
llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la
mar.” No habrá enfermedad.
Isaías 35:5-6 dice: “Entonces
los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán.
Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque
aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.” Habrá prosperidad absoluta.
Ezequiel 36:29 dice: “Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al
trigo, y lo multiplicaré, y
no os daré hambre.” No habrá animales feroces. Isaías 11:6-8 dice: “Morará el lobo con el cordero,
y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y la bestia doméstica
andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías
se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho
jugará sobre la cueva del áspid, y el recién destetado extenderá su mano sobre
la caverna de la víbora.” Habrá
plenitud del Espíritu Santo.
Isaías 44:3 dice: “Porque yo derramaré
aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré
sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos.” Imagine un mundo con estas
características amable oyente. Hoy parece imposible, pero será una
realidad en el milenio. ¿Quién será el Rey en el milenio? Ya se ha dicho muchas
veces. Será Jesucristo. Apocalipsis 1:5 lo dice con claridad cuando afirma que
Jesucristo es el soberano de los reyes de la tierra. Junto a él estará el rey
David resucitado. Jeremías 30:9 dice: “sino que servirán a Jehová su Dios y a
David su rey, a quien yo les levantaré” Con ellos estará reinando también la
iglesia.
Apocalipsis 5:10 dice: “y nos has hecho para nuestro Dios reyes y
sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra” Esto se refiere a la iglesia. Cada
creyente ha sido hecho por Dios rey y sacerdote. Pero no se confunda amigo
oyente. Esto no significa que la iglesia va a morar en la tierra durante el
milenio. La iglesia fue al cielo en el Arrebatamiento y estará allí para
siempre. Desde su morada celestial, la iglesia se encargará de los asuntos de la tierra delegados por
Jesucristo. Además, el reino milenial tendrá sus jueces como fue a
inicios de la vida de la nación de Israel. Isaías 1:26 dice: “Restauraré tus
jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te
llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.” Así que amable oyente, ese maravilloso reino que durará
mil años tendrá características paradisíacas, con Cristo Jesús como Rey,
David junto a él, los creyentes reinando desde su morada celestial y jueces y
consejeros para administrar justicia y consejo. ¿Cuál será la capital de este reino? No puede ser otra
sino Jerusalén.
Mire lo que dice Isaías 2:3 “Y vendrán muchos pueblos y
dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos,
y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la
palabra de Jehová.” El
reino milenial tendrá su capital. Será Jerusalén. Finalmente es
necesario mencionar que durante el reino milenial se edificará un fastuoso
templo en Jerusalén, mucho más glorioso que todos los templos que han existido.
Los planos de este templo se encuentran en el libro de Ezequiel capítulos 40 a 46.
Este templo será el centro de la adoración espiritual a Jehová el Dios de
Israel.
Hemos hablado de las características del reino milenial, del gobierno
del reino milenial, de la capital del reino milenial, de la adoración en el
reino milenial, pero ¿quiénes serán los súbditos del reino milenial? ¿Sobre
quienes va a reinar Jesucristo, David, la iglesia, los jueces y consejeros? Ya
lo hemos señalado amigo oyente. Pero por si acaso se le pasó por alto, los súbditos del reino serán los
creyentes que quedaron vivos después de la segunda venida de Cristo. Estos creyentes son seres
humanos de carne y hueso así como Usted, si Usted ha recibido a Cristo
como Salvador. Estos creyentes se casarán, tendrán sus hijos, esos hijos
necesitarán recibir a Cristo como Salvador si quieren ser salvos y la tierra se
irá repoblando de esa manera. Por ahora la tierra gime con dolores de parto esperando su restauración.
Está cercano el día cuando
la tierra llegue a ser lo que Dios siempre quiso. Será cuando Cristo se siente
sobre el trono soberano. Es la única garantía para que las cosas se
hagan bien. Mientras
tanto, la tierra irá de mal en peor amable oyente. No vale la pena poner
la esperanza en las cosas de esta tierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios