HOMBRE CON ESPOSA INFIEL

Doctora Isabel:

Solo quisiera saber por qué si ya descubrí que mi esposa me engaña, ella no lo acepta. He grabado conversaciones de ella con su amante, la he aguantado como 3 años así pero no sé qué hacer. Yo la sigo queriendo, ella dice que va a cambiar pero así me ha dicho siempre desde la primera vez que la descubrí y eso ya tiene como 3 o 4 años y siempre sigue en lo mismo. Lo he hecho porque no quiero que mis hijos crezcan solo con uno de los dos, pero no cambia. Dice que sí me quiere pero lo sigue haciendo, ya no sé qué hacer.

Hola amigo:

Hay un refrán que dice, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”  Creo que te lo tienes que aplicar.  Comprendo que me dices que la amas, pero en realidad lo que amas es lo que estás acostumbrado a tener, y realmente no es mucho, ¿verdad?

Tus hijos estarían mejor, si tú como cabeza del hogar, les enseñaras que puedes ser un buen padre, sin tener que continuamente estar dudando de la fidelidad de tu mujer.  Me imagino por lo que relatas en tu carta que hasta te has convertido en un detective, siempre buscando, analizando, imaginando lo que ella está haciendo.  Esa energía tan negativa, con el resultado de lo que has escuchado, es devastadora. 

Voy a tener que añadir al anterior refrán que “no hay peor sordo que el no quiere oír”. 

Recuérdate que la forma en que has estado viviendo estos últimos tres años, no es vida, es un subsistir día a día que te está afectando, y estoy segura que tus hijos también estarán bien afectados.  Sé que necesitas dejar de ser un adicto a una relación que no es buena para ti, que es tóxica. 

Hay programas como los de Coda, que poco a poco te irán abriendo los ojos a la realidad de una decisión que solo tú puedes tomar.

Tienes una realidad ya que ella te quiere quizás como un amigo, un hermano que le ayuda a cuidar los hijos. El precio que estas pagando está socavando tu dignidad.  Por eso ella no te respeta.

No esperes más para buscar ayuda, pues hay muchos como tú que sufren, amando sin ser amados y engañados.  La vida es demasiado bella para vivirla como tú la estás viviendo.

Haz algo.