Se puede nacer siendo elegante, pero también se puede aprender a ser elegante. Pero la verdadera elegancia está tu interior
No podemos negar que nuestra presentación personal nos puede servir para abrir puertas o cerrarlas. Pero no lo es todo. Vemos como hay mujeres que impresionan por su presentación personal, pero que a la hora de conversar con ellas, o poner a prueba sus habilidades en el trabajo dejan mucho que desear.
¿Cómo debe ser nuestra imagen?
La imagen que demos a los demás, sea elegante o no, debe ser auténtica. Que lo que te pongas, la forma en que te presentes, y el estilo que escojas debe revelar o acentuar lo mejor de tu propia personalidad.
La proyección de la imagen que reflejas es muy importante, pero ante todo yo debo seguir siendo yo misma y no alguien que en realidad no soy. Es por esto, que a la hora de arreglarte, sobre todo debes preguntarte: ¿esta soy yo?, ¿esta ropa va con mi carácter y complementa mi belleza interior? En resumen, ¿me siento yo misma?
La imagen que proyectes debe incluir los buenos modales.
De nada sirve ver a una mujer vestida a la última moda y con un maquillaje y cabello impecable, si a la hora de relacionarse con los demás, espanta por sus actitudes personales.
Los buenos modales, lo exquisito del alma femenina es lo que hace que una mujer sea elegante o no lo sea. La forma en que saludas, la manera en que caminas, te sientas, te comportas y hablas.
Por esto, ten cuidado a la hora de expresarte. Además de tu talento profesional, tu talento en relaciones humanas cuenta. Pues las relaciones humanas son la esencia de la consideración y el respeto que los demás merecen.
Nuestra imagen debe proyectar nuestros valores personales.
Tú eres tu propio retrato. Por lo tanto, el conjunto total de tu persona a la hora de vestirte, debe ser el resultado y la proyección de tus valores personales y de tus metas como profesional.
Dime con quien andas y te diré quien eres... dice el refrán. Dime como te vistes y te diré a donde quieres llegar y cuanto te respetas. Piensa muy bien en esto, ¿Por qué una mujer que tiene aspiraciones políticas es muy cuidadosa en su apariencia? ¿Por qué cuando vamos a una entrevista en una empresa ponemos cuidado en el largo de la falda? ¿Por qué, a pesar del culto que hoy se le da al cuerpo, sigue existiendo la moda clásica y conservadora? ¿Por qué será que muchas veces al reflexionar en todo esto, nos parece un poco anticuado?
Vivimos en una época en que si no eres parte de la masa, entonces "eres diferente" y la sociedad rechaza a todo aquel que se atreve a ser diferente. Por esto, es muy importante, que a la hora de ir en la búsqueda de tu propio estilo personal, analices muy bien que tu imagen debe ser auténtica, que los modales son importantes y que no se puede ser elegante si no están de por medio los valores personales.
Para tener belleza, no solo se requiere tener unas nociones de moda y accesorios, sino tener cultura y unos conocimientos básicos que le permitan mantener una conversación agradable.
Hay ciertos temas, que tanto hombres como mujeres, deben saber para poder sostener una conversación con fundamentos propios. Desde Historia hasta Economía, pasando por la actualidad política, educación de los hijos, todo el mundo tiene una cuota de conocimiento que aportar a la discusión; así se hable de la legalización de las drogas, de la crisis de económica, de vinos, de cine o de la crianza de los hijos, es necesario tener opiniones con criterio. Esto también hace parte de la belleza interior de una persona.
Los medios de comunicación nos nutren de conocimientos, para que nosotros generemos nuestras propias opiniones.
Para ser bella, no solo se requiere una buena presentación personal, sino que debes mirar a tu interior y revisar tu escala de valores, tus sentimientos, tener un poco de agilidad mental, cultura, y conocimiento de la realidad.
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