¿El
bostezo tiene algún propósito? Sé que quiere decir que se tiene sueño, pero ¿el
cuerpo quiere lograr algo con el acto de bostezar?
La
gente bosteza cuando está cansada, pero también cuando se despierta después de dormir
toda la noche. Bostezamos
cuando estamos aburridos, pero también cuando estamos ansiosos, hambrientos o a
punto de comenzar una nueva actividad. Bostezar es contagioso… solemos
empezar a bostezar justo cuando alguien cerca de nosotros lo hace.
“Hay muchos detonadores. La gente que practica paracaidismo asegura que suele
bostezar antes de saltar. Los oficiales de la policía dicen que bostezan
antes de atender una situación difícil”, comentó Adrian Guggisberg, profesor de
Neurociencia Clínica en la Universidad de Ginebra.
Sin embargo, el propósito fisiológico del bostezo sigue
siendo un misterio. “Hasta
ahora, la respuesta más sincera es que no sabemos por qué bostezamos”,
dijo Guggisberg. “Hasta la
fecha no se ha observado ningún efecto fisiológico del bostezo, y por esta
razón especulamos. Es posible que el bostezo no tenga un efecto fisiológico
real”.
Hasta hace unos treinta años, los científicos explicaban el bostezo como una
reacción ante la privación de oxígeno, con la cual podíamos meter una gran
cantidad de aire al cuerpo para aumentar los niveles de oxígeno en la sangre.
Sin embargo, la hipótesis
de la oxigenación fue descartada después de una serie de experimentos
publicados en 1987 que la refutaron.
Una teoría actual es que el bostezo es un mecanismo de enfriamiento del
cerebro “que funciona para promover un estado de vigilancia o alerta”,
de acuerdo con Andrew Gallup, profesor adjunto de Psicología del Instituto
Politécnico de la Universidad Estatal de Nueva York y quien ha publicado estudios
sobre el tema.
Bostezar
consiste en una inhalación profunda de aire acompañada de un poderoso
estiramiento de la mandíbula, a la cual le sigue una expiración más
corta de aire y un cierre veloz de la mandíbula.
“En
conjunto, estos patrones aumentan el flujo sanguíneo que va en dirección al
cráneo, lo cual puede tener una serie de efectos y uno de ellos es el
enfriamiento cerebral”, explicó Gallup. “Cuando nuestra temperatura
corporal es más alta, nos sentimos cansados y somnolientos, y podría ser que los
bostezos nocturnos se activen para poner resistencia ante la sensación inicial
de sueño, así que
bostezamos de noche con el objetivo de mantener algún tipo de estado de alerta
o vigilancia”.
El sueño activa una reducción pronunciada en la
temperatura cerebral y corporal, explicó Gallup, así que también es posible que
“bostecemos solo para facilitar el cambio de la vigilia al letargo”.
Una
cosa es segura: el bostezo se contagia. El bostezo de una persona puede
hacer que todo un grupo bostece en reacción. Se cree que el bostezo de otras
personas influye con una mayor facilidad en la gente más empática; estudios
hechos con escaneos del cerebro han demostrado que cuando los humanos observan
a otras personas bostezar, se
activan áreas del cerebro involucradas en las funciones sociales.
Incluso los perros llegan a bostezar cuando ven hacerlo a sus dueños humanos o a desconocidos, y el bostezo
contagioso también se ha observado en otros animales.
La propagación del bostezo tal vez tenga como objetivo “promover la
vigilancia coordinada entre los miembros del grupo por medio de la
sincronización de su estado mental, para que puedan protegerse
alertándose más rápido sobre amenazas externas de lo que lo harían en otras
condiciones”.
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