El riesgo de desarrollar el Alzheimer dobla cada cinco
años después de la edad de 65 años, y casi la mitad de gente que tiene 85 años o más presentan
síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
Aparte
de tu composición genética, pocas cosas están definitivamente vinculadas
a la enfermedad de Alzheimer y otras afecciones degenerativas del cerebro. A diferencia de las del corazón,
que se ven afectadas por comportamientos como la dieta, el ejercicio o el
tabaquismo, la ciencia no ha documentado muchos factores de riesgo que hagan
que este órgano sea más vulnerable a la demencia, aunque haya indicios
de que cosas como la
actividad física o los juegos de memoria podrían ayudar a proteger contra el
deterioro cognitivo.
Pero en un estudio publicado en la revista 'Neurology',
los investigadores dirigidos por la doctora Zoe Arvanitakis, directora médica
de Rush Memory Clinic en Rush Alzheimer's Disease Center, descubrieron evidencias de que
la presión arterial puede ser una de esas causas de riesgo.
Estudios
previos han indicado que la presión arterial alta es una posible causa para
padecer demencia, incluida la enfermedad de Alzheimer, pero hay pocas
investigaciones que exploren cómo esta, especialmente entre las personas
mayores, afecta los tejidos del cerebro.
En el estudio, Arvanitakis y sus compañeros midieron la
presión arterial de casi 1.300 personas de entre 59 y 102 años y las revisaron
hasta que fallecieron, una media de ocho años después de inscribirse.
Los científicos realizaron autopsias en el cerebro para
documentar la presencia de
lesiones cerebrales, incluidos los signos de alzhéimer, que se
caracteriza por la presencia de placas de proteínas conocidas como amiloide y
marañas de fibrillas nerviosas muertas conocidas como tau.
Cuida
tu tensión
La
hipertensión es una asesina silenciosa. Es uno de los principales factores de
riesgo cardiovascular que padece más del 40% de la población adulta española y
de la cual una tercera parte lo desconoce. Las enfermedades
hipertensivas son las que más han aumentado en los últimos diez años, doblando el número de
defunciones debido a esta causa, ya que, mientras en 2004 representaban
el 5% de los fallecimientos cardiovasculares, ahora son ya el 10%, según los
últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El
estudio proporciona más evidencias de que la presión arterial puede ser uno de
los muchos factores que contribuyen al envejecimiento de los procesos
cerebrales, incluida la formación de lesiones y características distintivas de
enfermedades como el Alzheimer. Arvanitakis asegura que junto con su
equipo planean continuar analizando los datos de los participantes para
comprender mejor cómo la hipertensión afecta al cerebro, incluyendo, por
ejemplo, si aquellos que la redujeron durante la investigación pudieron reducir
la formación de infartos.
La mayoría de los participantes tomaban medicamentos para mantener su presión
arterial bajo control, pero las lecturas más altas, incluso si no eran
excesivas, se asociaron
con más lesiones. "Estamos
hablando de la presión media, no alta y de lo que puede hacer a este
órgano".
Hasta que se estudie más, Arvanitakis dice que los
resultados deberían alentar a las personas a concentrarse en mantener la
presión sanguínea saludable no solo para su corazón, sino también para la salud del cerebro.
Otros
factores del riesgo posibles
Se sospecha que cada uno de los factores abajo contribuye
al desarrollo de la enfermedad del Alzheimer.
Ambiental
Sustancias naturales o químicas que están en nuestro
entorno se consideran factores ambientales. Exposición a una cantidad abundante
de estos factores puede causar muchos problemas de la salud, incluyendo la
enfermedad de Alzheimer.
Minerales
naturales: plomo, zinc, y hierro
Sustancias químicas: benceno, tolueno, fertilizantes, y
insecticidas
Género
Las
mujeres tienen un riesgo más grande de desarrollar la enfermedad del Alzheimer
que los hombres.
Las mujeres tienen una expectativa de vida más larga que
los hombres, y la probabilidad de desarrollar el Alzheimer aumenta con la edad
Niveles más bajos del estrógeno después de la menopausia
aumentan la probabilidad de una mujer de desarrollar el Alzheimer
Enfermedades
cerebrovasculares
Padecer un derrame cerebral es la tercera causa más común
de la muerte en los estados unidos.
La
diabetes, la tensión sanguínea alta, fumar cigarrillos, y la cardiopatía son
las causas principales de los derrames cerebrales.
Cuando un derrame priva al cerebro de sangre (que
contiene oxigeno y comida), las células del cerebro se pueden dañar o morir.
Cuando esto ocurre, puede acabar en una forma de demencia que se llama la
demencia vascular.
La
enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es una enfermedad neurológica
progresiva e irreversible que produce temblores, deficiencia del equilibrio,
movimientos rígidos, y movimientos extremadamente lentos durante tareas
cotidianas, tales como vestirse.
La
dieta
Una dieta alta en el colesterol y la grasa puede aumentar el riesgo de
desarrollar la enfermedad de Alzheimer.
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