"La
depresión es una palabra, un fenómeno complejo que se manifiesta más o menos
parecido, pero que se construye diferente dependiendo de la experiencia de vida
de cada persona".
La que habla es la psicóloga clínica Mónica Ventura, del
centro de psicología Cyan, quien precisa que no es como una amigdalitis, sino
que requiere de un análisis particular y no la aplicación de una fórmula
general. Para tratarla,
dice, hay que hacer un análisis de lo que sucede, porque su tratamiento es
individual.
María Antonia tuvo algunas manifestaciones de depresión
tres años antes de enterarse de su mal. Como siempre, no les prestó atención. Solo después de un
evento adverso en su familia, entendió que necesitaba ayuda.
"Esto es real. Un año antes de mi matrimonio, 'era la más feliz', la que
cargó con el peso de la tristeza de toda mi familia, hasta que no aguanté y me
derrumbé".
Cuenta
que hace tres años le dan mareos, que antes relacionaba con bajas de
azúcar. Sin embargo, eran
episodios previos a un ataque de pánico. "Sabía que todo estaba bien, pero
mi cuerpo decía otra cosa".
Muchas
razones
Según Ventura, hay muchas condiciones para que alguien
caiga en depresión. De hecho las estadísticas señalan que hasta el 30% de la población, en
algún momento de la vida puede sentir depresión, "eso es mucho",
opina.
Para la experta, esto es resultado de las condiciones que pueden llevar a
la persona a caer en un estado depresivo, desde una enfermedad mental a
condiciones que pudieran favorecer el sufrimiento.
Por ejemplo, con las pérdidas importantes (personas o
trabajo) la persona percibe que no tiene los recursos para salir adelante o
enfrentar su estado emocional.
También puede ser efecto de otras enfermedades y porque
presenta una condición particular. "De hecho, hay ciertas enfermedades que tienen concomitante un
estado de ánimo depresivo, es la enfermedad física o por efecto de abusos de
sustancias. En conclusión, hay muchísimas razones por las cuales una
persona se puede deprimir".
Manejo
Gómez entendió que estaba enferma, buscó ayuda y hace
cuatro meses está en tratamiento. Pero para llegar esto, fue primordial su red
de apoyo, entre los que cita a familia y amigos. "La depresión existe, pero no le paramos bolas. Va
por dentro, por eso hubo días que me ponía la máscara 'estoy feliz'.
Pero hubo episodios en los que tenía dificultad para dormir, que disfrazaba con
un insomnio normal, por eso temía pedir ayuda, por el rechazo que hay frente a los problemas
mentales".
Reconoce que aunque es difícil aceptarlo, es necesario
buscar ayuda. "Si te
enfermas del corazón, vas donde el cardiólogo y si te enfermas de la cabeza,
pues hay que ir donde el psiquiatra".
De acuerdo con la psicóloga Ventura, para empezar a tener
cambios, hay que tener en cuenta dos elementos: Que la persona sea capaz de reconocer sus problemas o
dificultades, ser consciente de que algo anda mal y ser capaz de elegir
con quién compartir su condición.
“Si
soy errático en mi funcionamiento, si no le encuentro valor a mi vida o trato
de evadirlo, es probable que me afecte mucho más”.
Afirma que el hecho de no hacerlo público y tener un
comportamiento más o menos normal es diferente a ignorarlo.
"No
es creer que estás loco, sino que tu cerebro no funciona de manera normal.
De hecho, desde el 6 de diciembre del año pasado estoy medicada y esto me
permite ser feliz, no con la sonrisa falsa de hace un año. Esto me permite
llorar y no me importa", comenta la chef.
Obstáculos
“Yo solo me entiendo”
“No
necesito de alguien que me ayude”
“No
puedo mostrar mi debilidad”
“Si yo no puedo resolver mis cosas, cómo puede ayudar
alguien que no me conoce”
“Contar que tengo una enfermedad mental me quita valor”
Estos son obstáculos culturales que según la psicóloga,
no solo le impiden buscar ayuda, sino que agravan su condición.
"Si
cada vez hace menos, se sentirá más mal, pero en la medida que desarrolle cosas
diferentes, esto le genera cambios.
Porque si se pierden de las cosas ricas y gratificantes,
se deprimen más y así entran en un círculo vicioso".
No obstante, María Antonia también incluye entre los
obstáculos la falta de comprensión de los otros, lo que los empuja a encerrarse
más. "Frases como: Está
deprimida, supérelo, haga ejercicio, póngase a trabajar, mire a ver qué hace".
Entonces concluye que nadie sale solo de una depresión, necesita un psiquiatra, un psicólogo, una red de
apoyo y si es del caso medicación.
"Por leve que sea, necesita tratamiento. En mi caso,
por no acudir a tiempo,
ahora sufro depresión severa. Por eso quiero ayudar, decirles que no les dé miedo,
que busquen a esas personas que pueden ayudar en esos momentos. Tenemos
que aprender a preocuparnos por nosotros mismos", advierte Gómez.
Cómo
se manifiesta
Según Ventura, para que haya depresión tiene que haber un estado de ánimo deprimido o
bajo y que haya pérdida de interés, placer o motivación.
Pero si la oculta, la enmascara, es probable que haya un
nivel de sufrimiento que no logra detectar. “Pueden estar deprimidas, sentir que hay una modificación
en su estado de ánimo y lo expresan: no logro encontrarle gusto a lo que hago. Sin
embargo, pueden tener un funcionamiento más o menos normal”.
Añade que son funcionales, pero tienen algún grado de
depresión, pero admite que en la medida que se hace más severo, lo que se
observa es que se afecta su funcionalidad.
Es
decir, cada vez pueden hacer menos.
Lo
primero que abandonan son las actividades que le dan placer y lo último,
el deber. “Van a trabajar, pero luego se encierran en la casa, no salen el fin de semana, hasta
que si la depresión es severa o mayor, dejan de ser funcionales”.
También hay otra razón para ocultar su estado, consideran
que son una carga o que
valen poco y es posible que traten al máximo de no comunicar, hasta que
es imposible ocultar lo evidente.
Hablen
La psicóloga clínica sugiere que no hay que esperar que la persona con
depresión rompa el hielo. “Ella está con desesperanza, considera que no
hay posibilidad de cambio, que no hay nada que hacer y que las condiciones de
la vida seguirán así y todo lo malo seguirá igual”.
Por eso, quien acompaña o nota a la persona en depresión es importante que le
diga que lo nota mal y que lo puede acompañar para que busque ayuda,
aunque puede ser que él o ella minimice lo que sucede o siente.
“Aunque depende del grado, el depresivo difícilmente
busca ayuda solito”, concluye la experta. En tanto que María Antonia insiste:
"Quiero ayudar a otros. Decirles que no les dé pena. Sé lo que se siente y lo difícil
que es, por eso, no se queden solos".
Episodio
depresivo mayor
*
Baja el interés y el valor que le da a lo que hace
* No
se puede levantar
*
Cambia los hábitos de sueño y alimentación
* No
se puede concentrar
Grados de severidad
* Depresión leve
* Moderada
* Severa
* Episodio depresivo mayor
Pensamiento
depresivo
* El sistema depresivo se autosostiene por sus propias
características, se sabotea.
* Es
negativo acerca de sí mismo, del mundo y el futuro, todo está mal.
* Es desesperanzador, no hay nada que hacer y nada va a cambiar.
“Es importante entender que un
estado de ánimo o emocional, por más negativo que se perciba, es transitorio,
no es permanente. Hay una posibilidad de salir, lo importante es dejarse ayudar”, Mónica
Ventura, psicóloga clínica.
"Cuando
uno tiene depresión solo quiere levantarse, ponerse la pijama y volverse a
acostar. Uno siente que se le acaba la vida", María Antonia.
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