Se
cuenta que hace siglos en China, si su mujer hablaba mucho, el esposo podía
divorciase y la ley lo amparaba.
Una ley machista e insólita que nunca
tuvo su contraparte, para que brillara la justicia:
Una
mujer estaba autorizada a divorciarse si su esposo no hablaba o solo respondía:
¡Mmm….
umm!, como suele pasar.
La verdad es que la diferencia entre hombres y
mujeres se percibe fácilmente en la comunicación.
En las terapias ellas se quejan de que
ellos se quedan mudos, y
ellos dicen que no soportan tanta palabrería.
Si
se aman buscan un punto medio en el que ambos pueden comunicarse, entenderse y armonizar.
Se
precisa inteligencia emocional para saber cuándo callar o cuando hablar,
cómo y para qué.
Tú
ganas mucho si aprendes a comunicarte y reconoces las pistas del lenguaje no
verbal.
Dedícate a hacerlo.
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