Para rendir más en lo que haces cambia a veces de postura y esté atento
a la ergonomía; escucha música relajante.
Inspírate más con colores y olores gratos y
positivos, haz más acogedor tu ambiente de trabajo.
Contempla la naturaleza, toma agua fría u otra bebida sana, haz un
automasaje o busca que te masajeen.
Con frecuencia aparta la mente del trabajo y fíjala en algo emocionante
y gratificante.
Para estar mejor y ser más efectivo solo
necesitas pausas enriquecedoras de tres o cinco minutos.
Y lo más importante: cuida tu mundo espiritual y
emocional porque allí tienes la mejor fuente de descanso.
Busca todo lo que te llene de paz y armonía, y
evita tensiones cuando tu aire y tu vida sea un caos.
Estás en paz y armonía si haces
todo con amor y siempre estás con Dios y alineado con tu proyecto de vida.
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