La
sexualidad es uno de los más hermosos regalos del Padre para nosotros sus
hijos.
Lástima que aún perdure una visión negativa sobre ella y
sobre el placer que brinda.
La
sexualidad es un lenguaje del amor, abarca todo el ser y no se reduce
para nada a la genitalidad.
En
todo se expresa tu sexualidad, en tu cuerpo, en tus emociones y tus
gestos, en tu pensar, tu sentir y tu actuar.
Borra
de tu cerebro virus mentales con falsas ideas sobre la sexualidad
como algo malo o sucio o como lo más importante de la vida.
Valora
ese don divino y logra que tu compartir se dé en un
clima de amor y no solo de corporalidad.
Solo con amor auténtico la sexualidad
no te lleva a una experiencia cumbre y en sintonía con Dios.
Un
orgasmo debe ser sagrado, algo sublime, una unión maravillosa de espíritus,
mentes y cuerpos.
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