Si
alguien te dice que la crisis no es culpa tuya ni mía, ni del vecino de
enfrente, no te lo creas.
Es cierto que los poderes económicos han sido los
principales responsables, que apoyados por un sistema que no les puso límites
crearon un clima de consumo, de crecimiento económico que parecía imparable y
nosotros caímos en la trampa de creer que ese crecimiento, esa bonanza no iba a
tener fin.
Pero ¿porqué creímos algo que visto ahora desde fuera no
tiene sentido? El crecimiento tenía que frenarse
¿acaso nosotros no veíamos miles de casas vacías y se
seguía construyendo?
¿Acaso no sabíamos que se producía sin parar y era
imposible consumir todo aquello si el crecimiento demográfico no crecía tan
deprisa?
¿Qué nos hizo creernos lo que nos vendieron? ¿Porque
llegamos a pensar que el futuro sería siempre positivo y nos hipotecamos en
base a algo irreal a algo que no era seguro como es el mañana?
Ellos,
los especuladores, nos vendieron eso porque contaban con el funcionamiento de
la mente humana, la avaricia, el querer tener más, el comprar por comprar
aquello que ni siquiera nos hacía falta, y la clase media, aquel que tenía algo
de dinero también invirtió, se empeño en una hipoteca que no podía pagar para
venderla a los seis meses y dar el pelotazo de su vida. Nos convertimos en
especuladores y ultraconsumistas. Por supuesto salvo aquí a la clase social que
nada tenía y nada tiene.
Así que tal y como estamos ahora podemos hacer dos cosas,
seguir quejándonos, echar la responsabilidad fuera, o asumir la nuestra
intentando reflexionar acerca de porque fuimos tan estúpidos de creer aquello
que al sistema económico le interesaba que creyéramos.
Si seguimos echando la responsabilidad fuera de nosotros
de alguna manera les seguimos dando el poder. Estamos admitiendo que nada
podemos hacer, que cada vez que ellos quieran volveremos a creer lo que nos
vendan...
Si aprendemos a pensar por nosotros mismos y actuamos
según nuestras creencias y solo las nuestras, si ponemos en tela de juicio
aquello que nos dicen les estamos quitando poder. No volveremos a comprar
aquello que les interesa vendernos, y si nosotros no compramos ellos no pueden
vender: el poder es nuestro. Debemos a aprender a no dejarnos manipular.
Admito
que nos cuesta aprender, varias crisis anteriores lo demuestran y seguimos
creyendo lo que nos dicen, comprando todo lo que nos venden. Pero no por eso debemos rendirnos,
debemos aprender de esto y empujar para que el poder de los dueños del capital
sea cada vez menor, forzar a que cambien las leyes que les otorgan tanto poder.
Pero eso pasa por la mentalizarnos de que sí es posible, no fácil, pero
posible. Pasa por la concienciación de que si todos andamos unidos, de que si
nos movemos, tal vez no mañana pero sí algún día todo esto puede cambiar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios