El tiempo que tomará cumplir tus metas puede variar
dependiendo de varios factores, como la dificultad de la meta, la cantidad de
esfuerzo y dedicación que estés dispuesto a invertir, y la cantidad de
obstáculos o imprevistos que puedas encontrar en el camino. Es importante recordar que el tiempo no siempre es el
factor más importante, sino la calidad del trabajo y el esfuerzo invertido en
el proceso. Es importante ser paciente y perseverante mientras trabajas hacia tus metas, y
estar dispuesto a
adaptarse y ajustar tus planes si es necesario. También es importante tener metas realistas y
alcanzables, y no
compararte con los demás, cada persona tiene su ritmo y su camino.
REFLEXION
Si
deseas cumplir una meta, primero debes sentar las bases y luego dar un gran
paso en la dirección correcta.
El
valor real de las cosas se construye con el tiempo, con esfuerzo y con
compromiso. No te engañes a ti mismo exigiendo resultados inmediatos.
Cuando
tú te mueves por el sendero que Dios te ha trazado, en una dirección positiva,
disfruta del paseo y dale el tiempo que requiere cumplir la meta propuesta.
A pesar de que la meta no se haya completado, ya puedes empezar a experimentar
los resultados.
No
tengas miedo a intentar las veces que sea necesario para lograr un objetivo
real. Vive
agradecido con Dios por la oportunidad que te da cada día de obtener tus metas
propuestas.
Existe una gran alegría que se encuentran inmersa en el esfuerzo que debes
hacer para obtener tus propósitos. Cuanto más tiempo tarde llegar a la meta y
más comprometido sea tu esfuerzo, más alegría serás capaz de experimentar.
Disfruta
tu trabajo y dale el tiempo que requiere. Elija un destino digno de
seguir, y atesora cada
paso del viaje. Da
gracias a Dios por los resultados obtenidos.
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