Biblia cristiana > Nuevo Testamento > Epístolas > Epístola de
San Pablo a Tito > Enseñanza de la sana doctrina (56:2:1 - 56:2:15)
Pero habla tú lo que está de acuerdo con la sana doctrina;
que los hombres mayores sean sobrios, serios y prudentes, sanos en la
fe, en el amor y en la perseverancia.
Asimismo, que las mujeres mayores sean
reverentes en conducta, no calumniadoras ni esclavas del mucho vino, maestras
de lo bueno,
de manera que encaminen en la prudencia
a las mujeres jóvenes: a que amen a sus maridos y a sus hijos,
a que sean prudentes y castas, a que
sean buenas amas de casa, a que estén sujetas a sus propios maridos, para que
la palabra de Dios no sea desacreditada.
Exhorta asimismo a los jóvenes a que
sean prudentes,
mostrándote en todo como ejemplo de
buenas obras. Demuestra en tu enseñanza integridad, seriedad
y palabra sana e irreprensible, para que
el que se nos oponga se avergüence, no teniendo nada malo que decir de ninguno
de nosotros.
Exhorta a los siervos a que estén
sujetos a sus propios amos en todo: que sean complacientes y no respondones; que
no defrauden, sino que demuestren toda buena fe para que en todo adornen la
doctrina de Dios nuestro Salvador.
Porque la gracia salvadora de Dios se ha manifestado a todos los
hombres, enseñándonos a vivir de manera prudente, justa y piadosa en la edad
presente, renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, aguardando la
esperanza bienaventurada, la manifestación de la gloria del gran Dios y
Salvador nuestro Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí mismo un pueblo propio, celoso
de buenas obras.
Estas cosas habla, exhorta y reprende con toda autoridad. ¡Que nadie te
menosprecie!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios