Es una realidad: cosechamos sólo el fruto correspondiente a la semilla
antes sembrada.
Forjar un destino ideal es posible cuando actúo consciente de que recibiré el retorno de lo realizado
y que los pensamientos y sentimientos también generan una reacción.
Trabajo en mantenerme positivo, amoroso, limpio internamente, así todo lo que realice estará en esa línea y mi destino se hará claro.
Forjar un destino ideal es posible cuando actúo consciente de que recibiré el retorno de lo realizado
y que los pensamientos y sentimientos también generan una reacción.
Trabajo en mantenerme positivo, amoroso, limpio internamente, así todo lo que realice estará en esa línea y mi destino se hará claro.
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