LA VIDA SERÍA TAN FÁCIL...

A menudo, nos encontramos soñando con la idea de que la vida sería tan fácil si las cosas simplemente salieran como las planeamos. Nos perdemos en el pensamiento de un camino sin obstáculos, donde cada decisión lleva a un resultado predecible y cómodo. Sin embargo, al sumergirnos en esta fantasía, corremos el riesgo de perder de vista la esencia misma de la vida: su imprevisibilidad y su capacidad para sorprendernos.

La vida, en su esencia, es un viaje lleno de giros y vueltas inesperadas. Aunque a veces anhelamos la comodidad de la certeza, son las incertidumbres las que nos desafían a crecer y a descubrir nuestra propia fortaleza. Cada giro imprevisto y cada desafío inesperado nos presenta oportunidades para aprender, adaptarnos y evolucionar.

Imaginar una vida sin obstáculos puede parecer tentador, pero es en la superación de dificultades donde encontramos la verdadera medida de nuestro carácter. La adversidad nos enseña a ser resilientes, a perseverar cuando las cosas se complican y a encontrar soluciones creativas ante los desafíos. En lugar de resistirnos a la idea de lo difícil, podríamos abrazar la noción de que es en la lucha donde descubrimos nuestra verdadera fuerza interior.

La vida sería tan fácil si todo estuviera bajo nuestro control, pero esa utopía también nos privaría de la emoción de lo desconocido. Son los momentos de incertidumbre los que nos brindan la oportunidad de explorar, innovar y sorprendernos a nosotros mismos. Las mejores lecciones muchas veces se aprenden en los momentos en que las cosas no salen según lo planeado.

La vida sería tan fácil, pero tal vez también sería menos significativa. La complejidad y los desafíos que enfrentamos nos permiten apreciar la belleza de los triunfos, pequeños o grandes. Cada logro se vuelve más valioso cuando conocemos la lucha que conlleva.

Entonces, en lugar de desear una vida exenta de dificultades, podríamos abrazar la idea de que la vida es intrínsecamente compleja y, en esa complejidad, encontramos la oportunidad de crecer, aprender y abrazar plenamente nuestra existencia. La vida, con sus altibajos, nos invita a vivir con gratitud, aceptación y un sentido renovado de asombro ante cada nuevo día.

LA VIDA SERÍA TAN FÁCIL...

Si abriste, cierra
Si encendiste, apaga
Si conectaste, desconecta
Si desordenaste, ordena

Si ensuciaste, limpia
Si rompiste, arregla
Si no sabes arreglar, busca al que sepa
Si no sabes qué decir, cállate

Si debes usar algo que no te pertenece, pide permiso
Si te prestaron, devuelve
Si no sabes cómo funciona, no toques.

Si es gratis, no lo desperdicies
Si no es asunto tuyo, no te entrometas
Si no sabes hacerlo mejor, no critiques.

Si no puedes ayudar, no molestes
Si prometiste, cumple.

Si ofendiste, discúlpate
Si no sabes, no opines
Si opinaste, hazte cargo
Si algo te sirve, trátalo con cariño.

Si no puedes hacer lo que quieres,
trata de querer lo que haces !!!!

¿Cómo podemos hacer que la vida sea más fácil?

• Aceptándola como es. La vida es lo que es, y no podemos cambiarla.
• Enfocándonos en lo positivo. Hay muchas cosas buenas en la vida, aunque no siempre las veamos.
• Agradeciendo lo que tenemos. Podemos aprender a apreciar las cosas que tenemos, incluso si no son perfectas.

NOTA: La vida es un regalo. Es una oportunidad para vivir, para amar, para aprender y para crecer. Así que, abracemos la vida, incluso cuando sea difícil.