¿QUE ES ORAR?

 

Orar es una práctica spiritual que consiste en hablar con una divinidad o con una fuerza superior, generalmente con el propósito de pedir ayuda, agradecer, confesar, meditar, reflexionar o simplemente establecer una comunicación con lo sagrado. La oración puede ser una actividad individual o colectiva, y puede ser realizada en un lugar específico o en cualquier parte.
 
Orar es una forma de establecer una conexión con lo sagrado, que puede ser interpretado de diferentes maneras por diferentes religiones y culturas. Para algunos, orar es hablar directamente con Dios, mientras que para otros es una forma de conectarse con una energía divina o con su propia espiritualidad.
 
La oración puede ser una experiencia profunda y transformadora, que nos brinda una sensación de paz, esperanza y serenidad. Puede ser una herramienta valiosa para afrontar los desafíos de la vida y para fortalecer nuestra fe y nuestra conexión con lo sagrado.
 
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la oración no garantiza una solución a los problemas, y que la respuesta a nuestras oraciones puede no ser la que esperamos. La oración es una forma de pedir ayuda y guía, pero es nuestra responsabilidad tomar acción y hacer lo necesario para solucionar nuestros problemas.
 
 
REFLEXION
Orar no es repetir fórmulas, es sintonizar con Dios y con tu espíritu para hacer todo con amor.
No es rezar para que Dios haga lo que tú puedes y debes hacer.
 Viniste con un plan en lo esencial y Dios no lo va a cambiar.
Te invito a orar y vivir lo que dice la siguiente oración compuesta por un buen guía: Gerardo Schmedling:
“Que yo haga tu voluntad, Dios mío, Madre y Padre: Permíteme ser una herramienta perfecta en Tus Manos.
Para que, a través de mí, se cumpla el Propósito de Amor
que Tú me has encomendado.
Guíame, para actuar siempre en lo justo y jamás dejar de hacer lo necesario.
Dame el don de la palabra, para que todo lo que yo diga, lleve siempre Tu Mensaje de Amor.
Ilumina mis pensamientos con Tu Presencia, y dame la fuerza y la energía para servirte mejor cada día.”
 
 
En resumen, orar es una práctica espiritual que consiste en hablar con Dios, con una divinidad, o con una fuerza superior, con el propósito de establecer una comunicación con lo sagrado. La oración puede ser una experiencia profunda y transformadora, que nos brinda una sensación de paz y serenidad, pero es importante tener en cuenta que la respuesta a nuestras oraciones depende de nuestra propia acción y responsabilidad.