"Antoine de Saint-Exupéry, autor de "el Principito", en un período particular de su vida, escribió esta bella oración al Señor para pedirle un regalo raramente invocado:
"No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria.
Enséñame el arte de los pequeños pasos.
Hazme hábil y creativo , para notar un tiempo en la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias que me atañen personalmente.
Ayúdame a distribuir correctamente mí tiempo : dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario.
Te pido fuerza, autocontrol y equilibrio para no dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día.
Ayúdame a hacer cada cosa de mi presente lo mejor posible , ya reconoce que esta hora es la más importante.
Guárdame de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir bien .
Otórgame la lucidez de reconocer que las dificultades , las derrotas y los fracasos son oportunidades en la vida para crecer y madurar.
Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor.
Haz de mí un ser humano que se sienta unido a los que sufren .
Permíteme entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras.
No me des lo que yo pido, sino lo que necesito.
¡Enséñame el arte de los pequeños pasos!"
"No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria.
Enséñame el arte de los pequeños pasos.
Hazme hábil y creativo , para notar un tiempo en la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias que me atañen personalmente.
Ayúdame a distribuir correctamente mí tiempo : dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario.
Te pido fuerza, autocontrol y equilibrio para no dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día.
Ayúdame a hacer cada cosa de mi presente lo mejor posible , ya reconoce que esta hora es la más importante.
Guárdame de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir bien .
Otórgame la lucidez de reconocer que las dificultades , las derrotas y los fracasos son oportunidades en la vida para crecer y madurar.
Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor.
Haz de mí un ser humano que se sienta unido a los que sufren .
Permíteme entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras.
No me des lo que yo pido, sino lo que necesito.
¡Enséñame el arte de los pequeños pasos!"
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