Empezare
aclarando que no soy comunista; los reaccionarios, ultraconservadores le tienen
mucho terror a estos títulos; y casi siempre ante la falta de argumentos
sólidos, terminan repitiendo y adjudicándonos
calificativos que solo han escuchado, pero que en la mayoría de los
casos, desconocen su significado. Soy un Demócrata con ideas Republicanas.
Todo el mundo habla del libro *“La riqueza de las
naciones”* de *Adam Smith*, el escoses que logro articular con sus ideas, los
pilares de la Economía Moderna que le dio paso al Capitalismo Moderno; sin embargo muy pocos hablan
sobre el otro libro del mismo autor, *“Teoría de los sentimientos morales”*;
que hace una crítica muy puntual a la conducta de la avaricia humana. Conociendo ya la historia desde la
Secundaria, vemos que el prólogo de la misma, tuvo su origen cuando el
feudalismo fue sustituido por este nuevo modelo económico.
La configuración Social, de la “Teoría de los
sentimientos morales”; y “la armonía del mercado” de las riquezas de las
naciones; es en sí una dicotomía que se concatena con la sociedad; esto sin
olvidar la famosa “mano invisible” que mueve ese mercado.
El 20 de enero del año 2009, *Barack Obama* es
juramentado Presidente número 44 de Estados Unidos; recuerdo muy bien su
discurso.
Obama recibía un país en bancarrota, epicentro de una
gran recesión mundial; he aquí un pequeño fragmento de su gran discurso: *“Pero esta crisis nos ha
recordado que, sin un ojo atento, el mercado puede salirse de control; y que un
país no puede prosperar durante mucho tiempo cuando solo favorece a los que ya
son prósperos”*. Más que un discurso, fue una gran reflexión; el mercado
había quedado a las sanchas de los hombres que no tienen sentimientos morales,
ni empatía por la Humanidad; el mundo entero fue estremecido por el flagelo de
la avaricia humana; y la economía mundial cayó de rodillas ante una dura
recesión. La obsesión del oro negro, llevo a *George W. Bush* invadir y a
atacar medio oriente, la zona donde se encuentran las mayores reservas de
petróleo; el mundo jamás olvida la causa barata por la que justificaron la
invasión a Irak; aseguraban que Sadam Hussein tenía armas de destrucción
masiva; la ONU, de forma deliberada avalo la invasión. Sin embargo, en el 2010,
*Julian Assange*, fundador de *Wiki Leaks*, revelo la verdad de lo sucedido; y
dejo al desnudo la colosal mentira tarifada que los medios de comunicación le habían
contado y hecho creer al mundo; en los archivos que se filtraron, registraba la
muerte de más de 100 mil personas, de los cuales el 70% eran civiles. Jamás
olvidare las palabras de Assange: “La primera víctima de la guerra es la
verdad”. Ese 22 de octubre de 2010, se caía ante el mundo la muralla de la
mentira tarifada.
En los últimos doscientos años, nos hemos consumido la
energía fósil concentrada de nuestro planeta desde sus orígenes. La danza del capitalismo salvaje
va dejando por su paso, la destrucción acelerada de los recursos naturales del
planeta; la explotación inhumana del hombre; y la manipulación de la mente
humana para que este de forma sistemática se convirtiera en un rehén de las
sociedades de consumo, que sin darse cuenta se convierta en el arma de su
propia autodestrucción.
La
nueva pandemia ha quitado el velo ilusionista, y el maquillaje hipócrita de la
Civilización; *la Italia de Rómulo y Remo, de los Cesares, de Marco
Polo, de Leonardo Da Vinci, de Galileo Galilei, de Luciano Pavarotti, de Benito
Mussolini, de Silvio Berlusconi, de Andrea Bocceli, de Roberto Baggio, de Paolo
Maldini, de Gennaro Gattuso*; la Italia que pago el fichaje más caro de su
historia por el portugués Cristiano
Ronaldo, 122 millones de euros; si esa misma Italia que tuvo que desconectar la
respiración artificial de sus ancianos, para luego verlos morir; y que no pudo
responder de la misma forma como cuando organizaron el mundial de Italia 90; porque su sistema de salud
expiro en los brazos del capital privado, haciendo de salud una mercancía; lo
mismo está sucediendo con España, un país que presume de una monarquía; que se
ha convertido en un adorno costoso para un país que no tiene camas para atender
a sus pacientes.
La pandemia ya llego a la gran nación del Norte; pero en
los 100 primeros días de Gobierno, el Presidente número 45 de Estados Unidos,
*Donald J. Trump*, destruyo
el sistema de salud que había dejado su antecesor. Las consecuencias ya
se están sintiendo; los arrebatos de un líder que anda por el vecindario de la
aldea global, ufanándose de su “hegemonía o supremacía”; así como se llama el libro de *Noam Chomsky*,
están llevando a la gran nación del Norte, como lo expreso hace unos días el
*Premio Nobel de Economía, Paul Krugman*: “A que su Democracia y Economía estén
amenazadas por un segundo periodo presidencial de Trump en la Casa Blanca”. La
crisis del coronavirus ha puesto en aprietos a Trump, ya que el haber
minimizado esta pandemia le está pasando una factura en la encomia, porque la bolsa de valores se ha
desplomado en estas dos últimas semanas; y existe un alto riesgo que la factura
se extienda al mes de noviembre, en las elecciones.
La
pandemia quito el antifaz del modelo económico de las naciones más poderosas
del Planeta (Estados Unidos y China); y en el caso de Italia y España;
ambos países miembros de la *OTAN*, que maneja un presupuesto de casi 2mil
millones de dólares, se vieron como los más pobres del barrio, que fingían ser
ricos, pero no tenían ni donde caer muertos. La realidad ha quitado el efecto de la anestesia del
capitalismo salvaje; y ha tirado sus cartas sobre la mesa. Ha llegado la hora
de replantear y de humanizar este modelo económico; y hacernos el siguiente
planteamiento: *¡O muere el Capitalismo Salvaje, o muere la Civilización
Humana!* Como decía *Albert
Einstein:* *“Locura es hacer lo mismo una y otra vez, esperando obtener
resultados diferentes”*. No podemos seguir viviendo en un
planeta donde más del 80% de la riqueza, está concentrada en un 1% de la
población. Me resisto a defender con mi silencio un indefendible y
despiadado statu quo que concentra la riqueza de nuestros recursos naturales, y
medios de producción en pocas manos, capaces de derramar sangre inocente por
mantener intacto ese statu quo. Yo no puedo defender este statu quo que
privatiza el agua, la salud, la educación, el viento, el sol; Derechos Humanos
Universales que se han convertido en mercancías, que se encuentran solo al
alcance de una minoría rapaz, voraz e insaciable; mientras las grandes mayorías
invisibles; solo son visibles en los
procesos electorales, disfrazados de Democracia. Una gran realidad de todo lo que pasa a nivel mundial que
nos quieren tener controlados a losas vulnerables del planeta tierra porque la
avaricia y la ambición y ancias de poder los tiene enfermos
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