Alégrate
mucho el día en el que asumas que tu vida depende de tu actitud, no de las
circunstancias.
Sí,
tu vida no depende de las circunstancias depende de tus percepciones
y éstas dependen de tus
creencias.
Es tu sistema de creencias y tu modo de
pensar el que decide si te sientes feliz o infeliz.
Son
tus pensamientos dominantes los que determinan si tu corazón está en invierno o
en primavera.
La
persona que vibra en el amor está serena en medio de la
calma o en el fragor de la tempestad.
Por eso te conviene conocer tu modo de pensar para poder cambiarlo
cuando te lleve al túnel del dolor.
Sé bien consciente de lo que más
piensas porque eso mismo
será lo que vivas, positivo o negativo.
Es
raro que veas enfermo a alguien que solo piensa en la salud y solo habla de
buena salud.
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