Cuando
los cubanos despiertan se quedan cinco minutos en la cama mientras estiran las
manos, las piernas y los pies. Los japoneses hacen una siesta después de
almorzar para relajar los músculos, y los suecos se ejercitan durante 15 o 20
minutos, en cualquier momento del día.
La
mayoría de los colombianos, por el contrario, no tienen una pausa significativa
en el trabajo, distinta a la del almuerzo, y su cuerpo guarda la misma
postura por horas.
Cuando esto ocurre, el sistema musculo esquelético comienza
a sufrir porque trabaja en exceso. Por esta razón, médicos y especialistas
recomiendan no pasar más de dos horas en la misma posición.
“Las
personas están diseñadas para moverse, pero la manera como ha evolucionado la
sociedad hace que tiendan a estar estáticas. Aun así, cuando permanecen mucho
tiempo sentadas, el cuerpo les pide cambiar de posición”.
La
postura tiene dos componentes: uno cultural y uno físico. El primero hace
referencia al hecho de que las personas caminan, están de pie o se sientan como
lo hacían quienes las educaron. Las emociones también influyen: quienes están
tristes tienden a caminar mirando al suelo y jorobados.
En el segundo, o físico, cuentan aspectos como el peso y la
talla de cada persona, la presencia de problemas genéticos y si se tiene el
hábito de practicar ejercicio o no. La buena o mala postura se adquiere desde el colegio.
“Los niños cargan maletas muy pesadas y estudian en sillas
que no están adaptadas. Lo mismo sucede en la universidad y en el trabajo. Pero
los problemas empiezan después de los 40. Como hacen poco ejercicio, a las
articulaciones empieza a faltarles el ‘lubricante’, y así es muy difícil
moverse”.
Cuando no se les presta la debida atención a las malas
posturas, el cuerpo tiende a acostumbrarse a ellas. Y si bien en los primeros
años estas no causan molestias, las consecuencias que dejan a largo plazo, sí.
Estas
pueden ser tan graves y tan crónicas como las hernias del disco vertebral, los
desplazamientos vertebrales y hasta el desgaste por desuso de las estructuras
óseas y articulares.
“Los colombianos no somos conscientes de las malas posturas.
Eso empeora, porque no hacemos deporte ni estiramos”. Es vital que quienes pasan mucho tiempo sentados o
en la misma posición hagan pausas activas, al menos durante cinco minutos, cada
hora. Eso incluye estirar los músculos y los ligamentos articulares y
caminar. Estos reposos activan la circulación y la respiración.
El
dolor lumbar es la segunda causa de consulta médica entre los trabajadores
colombianos. Por esta razón, las empresas de todo el país han comenzado a
prestarles más atención a los temas de ergonomía.
Los desórdenes musculoesqueléticos y el trauma acumulativo
por la degeneración osteomuscular tiene agobiados a la mayoría de los
trabajadores en Colombia.
“Traemos tecnología y la instauramos en nuestras empresas
sin pensar en el contexto. No se tiene en cuenta que está diseñada bajo
parámetros culturales y antropométricos de otros países. Por eso se ve que los
puestos de trabajo en las oficinas tienen superficies más altas, lo que obliga
a los trabajadores colombianos a usar apoyapiés para poder ajustar las
estructuras a una buena postura.
La Reeducación Postural Global es una técnica que puede
corregir posturas adoptadas por malos hábitos y situaciones repetitivas. Para
iniciar un tratamiento se debe primero evaluar y diagnosticar a la persona,
pues los dolores son únicos; luego, buscar el balance entre músculos dinámicos
y estáticos. Esto se logra
con estiramientos individuales, ajustados a cada caso.
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