Para
conocer cuáles son las particularidades de la relación entre los jefes y
empleados del país se abrió una consulta a través de Internet en la que
participaron 4.000 personas de todos los niveles organizacionales.
El 44 por ciento de los encuestados dice tener un vínculo cordial
con su superior y el 20 por ciento opina que es amable. Por el contrario
el 25 por ciento de las
personas consultadas cree que es tensionante y el 11 por ciento sostiene que es
distante.
Las
diferencias entre jefes y trabajadores se pueden presentar por dos razones: la
primera de ellas es por la falta de comunicación entre los integrantes de una
compañía y la segunda por no tener claros los objetivos organizacionales que se
quieren alcanzar.
En cuanto a las situaciones que molestan a los
empleados de sus superiores, la
hipocresía es la característica que lidera esta consulta con el 30 por
ciento, sigue la altanería con 22 por ciento, el incumplimiento con 21 por ciento, la grosería con 19 por
ciento y, en menor medida, el
robo de créditos con 13 por ciento. Las personas que respondieron esta
pregunta podían elegir más de una opción.
Los
malos jefes se caracterizan por ser arbitrarios, autoritarios, imponen las
funciones y nunca tiene argumentos para sustentar sus ideas.
La
falta de coordinación de actividades y la ausencia de credibilidad del superior
entre sus subalternos son las principales causas para generar conflictos en las
organizaciones.
Las personas consultadas también opinaron
sobre las características que debe tener un jefe ideal. Según los encuestados las
principales fortalezas tienen que ser liderazgo (80 por ciento) y carisma (66 por ciento). Otros puntos a
favor con los que deben contar los superiores son creatividad (42 por ciento),
experiencia laboral (43 por ciento) y formación académica (43 por ciento).
Es indispensable ser líder, conocer a su grupo de trabajo,
escuchar las opiniones de sus colaboradores y potencializar las habilidades de
cada miembro de su equipo.
Por otro lado, el 75 por ciento de las
personas consultadas reconoce que una mala relación entre jefes y trabajadores puede afectar la
productividad de una empresa. Solo un 18 por ciento cree que poco y el 7
por ciento opina que no influye nada.
Cuando se presentan diferencias de criterios
entre los miembros de una empresa se perjudican directamente los resultados
corporativos y el rendimiento laboral.
A la pregunta, ¿tiene las capacidades para realizar el trabajo de su
actual jefe? el 65 por ciento de los encuestados respondió que sí. Sin
embargo, el 35 por ciento restante cree que no está en las condiciones de hacer
las funciones de su superior.
Adicionalmente, para tener una buena relación con los jefes es
importante que el trabajador esté dispuesto a aprender, acepte la
retroalimentación tanto positiva como negativa y alcance los objetivos de la
compañía.
De
la relación entre los jefes y empleados depende el éxito de una empresa.
Según los resultados de la consulta, el 55 por
ciento de los encuestados prefiere
a un hombre como jefe inmediato y solo el 15 por ciento se inclina por la
mujer, mientras que para el 30 por ciento es indiferente.
Respecto al éxito profesional, el 69 por
ciento de los participantes afirma que el género masculino es mejor líder; por el contrario, el 31 por ciento atribuye esta
cualidad al sexo femenino.
Las oportunidades en cargos directivos o
gerenciales favorecen más a los hombres. Los resultados del sondeo realizado
evidencian que la mayoría
de las mujeres trabaja en áreas administrativas y comerciales.
Reconocer
las diferencias culturales, sociales y sicológicas entre hombres y mujeres
constituye el primer paso para incorporar adecuadamente al género femenino en
el mundo laboral.
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