Soy bioquímico y me especialicé en la relación entre la dieta y la salud por 50 años. Hace varios años supe del descubrimiento de Richard R. Vensal, D.D.S. que los espárragos pueden curar el cáncer. Desde entonces trabajé con él en este proyecto y hemos acumulado un número de casos favorable.
Estos son algunos ejemplos:
Caso No. 1
Un hombre con la desesperante enfermedad de Hodgkins (cáncer de las glándulas linfáticas), al año de empezar con la terapia de los espárragos sus médicos no podían detectar ninguna señal de cáncer y había vuelto a practicar ejercicios extenuantes.
Caso No. 2
Un exitoso comerciante de 68 años sufría de cáncer de la vejiga desde hacía 16 años. Después de años de tratamientos médicos que incluían radiación sin obtener ninguna mejoría, optó por los espárragos. En 3 meses los exámenes revelaron que el tumor de la vejiga había desaparecido y los riñones estaban normales.
Caso No. 3
Un hombre tenía cáncer en el pulmón. El 5 de marzo del 1971 lo operaron y encontraron cáncer de pulmón tan propagado que no era operable. El cirujano lo cerró y declaró el caso incurable. El 5 de abril el paciente supo de la terapia de espárragos e inmediatamente la asumió. En agosto los rayos X revelaron que todos los signos de cáncer habían desaparecido. Está de vuelta en su rutina comercial.
Caso No. 4
Una mujer que por años tuvo problemas de cáncer de piel. Finalmente había desarrollado diferentes cánceres de piel diagnosticados como avanzados por un especialista de piel. A los 3 meses de empezar con los espárragos dijo el especialista de piel que tenía bien la piel sin ninguna lesión cutánea. La mujer informó que la terapia de los espárragos también le había curado una enfermedad de los riñones que tenía desde 1949. Había tenido 10 operaciones para sacarle cálculos en el riñón, recibía del gobierno pagos por incapacidad a causa de su estado inoperable, terminal. Ella reconocía enteramente que la cura se debía a los espárragos. No me sorprendió este resultado.
El estudio "Los elementos de materia médica", editado en 1854 por un profesor de la Universidad de Pensilvania declara que los espárragos se utilizaban como un remedio popular para los cálculos del riñón. Este profesor en 1739 se refirió a experimentos en el poder de los espárragos para disolver cálculos.
Hay muchos otros casos, pero el establecimiento medico interfiere en que obtengamos los registros. Por lo tanto hago un llamado a los lectores para divulgar estas buenas noticias y ayudarnos a coleccionar un gran número de casos que abrumen a los médicos escépticos sobre este remedio natural e increíblemente sencillo. Para el tratamiento los espárragos se deben cocinar antes de consumir, y de ahí que los espárragos enlatados son tan Buenos como los frescos. Simplemente hay que tener cuidado de la marca que se adquiera, asegurándose que contengan el mínimo posible de pesticidas y conservadores.
PROCEDIMIENTO
§ Poner los espárragos cocidos en una licuadora y logren un puré y almacenaros en el refrigerador.
§ Darle al paciente 4 cucharadas llenas al día, de mañana y de noche.
§ Generalmente en 2 a 4 semanas los pacientes tendrán reacciones positivas.
§ Se puede diluir en agua y tomarlo como una bebida fría o caliente.
La dosis sugerida se basa en experiencia pasada, pero ciertamente dosis mayores no causarán daño y en algunos casos pueden ser necesarias.
Como bioquímico estoy convencido del viejo adagio: "Aquello que cura puede también prevenir". Basándonos en esta teoría, mi esposa y yo hemos usado el puré de espárragos como bebida con las comidas. Tomamos 2 cucharadas diluidas en agua de acuerdo al gusto, con el desayuno y con la cena. Yo la tomo caliente y mi esposa la prefiere fría. Por años hemos hecho adoptado la costumbre de examinarnos la sangre. La última vez con el examen de un médico que se especializa en un enfoque nutritivo a la salud, mostró mejoras sustanciales en todas las categorías sobre el examen anterior.
Yo hice un estudio extensivo de todos los aspectos del cáncer, y de todas las curas propuestas. Como resultado, estoy convencido que los espárragos constituyen la teoría última y mayor para el cáncer.
Los espárragos contienen una buena provisión de proteína llamada histones, que se cree que activan el control del crecimiento de las células. Por esa razón creo que los espárragos contienen una sustancia a la que llamo normalizador del crecimiento celular. Esto explica la acción en el cáncer y como tónico corporal en general. De todos modos los espárragos utilizados como lo sugiero, es una sustancia inocua.
El FDA no puede impedir su uso a nadie, pudiendo en cambio, hacer mucho bien. Leonard (leonardleonard1 en earthlink.net ) agrega: “Hay muchos informes de recuperación tanto por consumir espárragos crudos como cocidos. Houston escribió que ‘el jugo crudo o licuado’ puede ser una forma más efectiva" (citado en Hess, 1999, Pág. 138) “Si yo tuviera cáncer comería tantos espárragos como pudiera, cocinados (preferiblemente al vapor) o crudos, sólidos o líquidos”
Los espárragos están repletos de nutrientes y bajos en calorías, sodio y colesterol. Son una fuente excelente de ácido fólico y de vitamina C, tiamina, y vitamina B6. Los espárragos no contienen grasa ni colesterol. Son una fuente importante de potasio y muchos micronutrientes.
De acuerdo al Instituto Nacional de cáncer, los espárragos son el alimento más elevado en glutathione, uno de los enemigos más potentes contra el cáncer citado como “el más potente anticancerígeno y antioxidante”
Además los espárragos contienen rutín en grado elevado, que fortalece los vasos sanguíneos.
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