La ambición puede ser una fuerza motivadora
importante para alcanzar tus metas y sueños. Puede proporcionarte la
determinación y la energía necesarias para trabajar duro y hacer lo que sea
necesario para lograr lo que quieres. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la ambición también puede
ser destructiva si se convierte en una obsesión y te hace perder de
vista tus valores y prioridades más importantes. También es importante recordar que puedes ser
ambicioso y ser útil a la sociedad al mismo tiempo, trabajando para lograr tus
metas mientras ayudas a los demás y haces una contribución positiva al mundo.
REFLEXION
La
ambición es un deseo intenso y ferviente por conseguir algo difícil de lograr,
especialmente riqueza, poder y fama.
No es
egoísta tener ambiciones. Lo que sí lo es es desperdiciar el tiempo, habilidades, oportunidades y
recursos en distracciones que no nos llevan a ninguna parte.
Te mereces tener un día, un año y una vida llena de buenos propósitos.
Todo lo que tenemos se lo debemos a todos aquellos que se han sacrificado a lo largo de la historia para
hacer realidad sus sueños.
No es
fácil fijarnos un buen propósito ambicioso y convincente para nuestra vida,
pero es más difícil hacerlo realidad con constancia, esfuerzo y determinación.
Lo peor
es languidecer y vivir sin rumbo, sin un buen propósito, y luego
arrepentirnos por no haber intentado alcanzar todo lo que soñábamos.
Afortunadamente, siempre hay muchas cosas buenas que podemos lograr. Tu vida, tu
tiempo, la constancia, el
esfuerzo y la pasión son tuyos y puedes utilizarlos para hacer realidad tus
sueños.
Permite
que la fuerza de tu ambición te lleve a cumplir tus sueños y a ser una persona
útil para la sociedad. Que esa ambición sea la fuerza que te lleve a vivir en paz y armonía
y a cumplir con todo lo
que estás destinado a ser. Pídele a Dios que te ayude a encontrar tu camino
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