Saluda
cada amanecer con una fe fortalecida mientras te dices: Hoy me transformo, hoy
me renuevo.
Sabes que Dios está siempre contigo y que con su amor y tu
entrega puedes alcanzar lo que anhelas.
Ten la constancia de la gota que rompe la dura
roca, ten la paciencia de
la semilla que se transforma en árbol.
Con una
confianza firme y una paciencia ardiente alejas los miedos y superas todos los
obstáculos.
Una fe inquebrantable es tu coraza contra el
miedo y el amor es tu
mayor fuente de energía.
Enfoca tu mente en la luz porque es tu mente
la que te convierte en un
ser animoso o en un ser derrotado.
Cada día es una oportunidad que Dios te regala para ser un trabajador
de la luz y un ángel para muchos.
No viajes al ayer con el odio ni al mañana con
el temor. Solo Repite con entusiasmo: Hoy me renuevo, hoy me transformo.
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