Parece
que poner el corazón como
asiento del amor y el afecto se remonta al siglo XII en occidente.
De
hecho, en algunas culturas
orientales el centro del amor está en las entrañas y más concretamente en el hígado.
Por eso
se habla de un amor
entrañable y en algunas regiones de Turquía los novios se dicen: “te amo con
todo el hígado”.
Suena
gracioso o estrambótico, pero
las emociones están más unidas a las entrañas que al corazón.
Por eso
a usted el miedo le suelta
el estómago y cuando
se llena de ira se le sube la bilis.
La verdad es que hay que amar “con toda el alma y todas las fuerzas”, amar sin medida.
Amar con un amor incondicional iluminado por el respeto, la comprensión, la fe, la lealtad y el compromiso.
Un amor así pide cuidar el espíritu, estar con Dios y dejar de lado el Ego.
Entonces se ama con el corazón, el
hígado y todo el ser.
La verdad es que hay que amar “con toda el alma y todas las fuerzas”, amar sin medida.
Amar con un amor incondicional iluminado por el respeto, la comprensión, la fe, la lealtad y el compromiso.
Un amor así pide cuidar el espíritu, estar con Dios y dejar de lado el Ego.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios