Nuestra mayor gloria no está en no caer jamás, sino en levantarnos cada vez que caigamos.
Las atenciones a los padres son en vida porque después sólo queda el culto.
Esperar lo inesperado. Aceptar lo inaceptable.
Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.
Exígete mucho a ti mismo y espera poco de los demás. Así te ahorrarás disgustos.
Estudia el pasado para pronosticar el futuro.
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