El reto hoy es ser
conscientes de la perversa polarización y la intolerancia que desde hace rato
envenenan las relaciones.
Por lo mismo, es el momento de seguir el corazón, de crecer en respeto y compasión por el bien de todos.
Es la hora de actuar con serena humildad, sin ego ni prepotencia y con una actitud amorosa y conciliadora.
Política es servir de modo incondicional al pueblo de modo honesto, buscando el bien común y no el de un grupo o partido.
Un país no lo mejora un presidente solo, si cada persona actúa con educación, civismo, pasión y transparencia tenemos un mejor país.
Los males más graves son estos: Corrupción, injusticia, individualismo y serios vacíos y fallas en educación y salud.
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