El arte de la aceptación te aleja del
sufrimiento y de cantidad de conflictos que brotan de pelear con los hechos o
con los demás.
Sé bien
consciente de que aceptación no es estar de acuerdo con algo, es asumir que así
es, aunque no te guste.
Es sabio este proverbio oriental “si lo
aceptas, las cosas son como son; si no lo aceptas, las cosas son como son”.
Lo
cierto es que la aceptación es transformación. ¿Qué quieres aceptar con alegría
y paz de ti mismo, de otros y de la misma realidad?
En la tribu americana de los Dakotas se
invitaba a cada persona a caminar con los mocasines del otro para poder
entenderlo y no juzgarlo.
Escoge,
por tanto, varias situaciones de la vida en las que a partir de ahora quieras
ver la realidad con los ojos de los demás.
Así serás capaz de desterrar toda clase
de juicio y condena. Ojo: Donde hay amor se escabulle el juicio.
No hagas resistencia o sufres, acepta y
luego mira qué puedes cambiar con amor, jamás forzando a los otros.
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