Consejos para llevar una dieta saludable
Nuestro
día a día favorece el sedentarismo. Caminas poco porque usas transportes
privados o públicos y haces cada vez menos ejercicio porque tienes ascensores
en todas partes. En el trabajo pasas la mayor parte del tiempo en la silla, ¡y
hasta el teléfono móvil te libera de tener que moverte para atender una
llamada!…
La pregunta es, ¿dónde comes? ¿Y qué comes? La mayor
parte de las veces, fuera de casa, con mucho estrés y poco tiempo. Eres lo que
comes, por lo tanto aquí te ofrecemos algunos consejos para llevar una dieta
saludable.
Vigila
cuánto comes y lo que comes. No intentes saciarte. Es decir, quédate con
un poco de hambre; así acostumbrarás a comer menos. Y, si puedes ir caminando
para hacer tus gestiones más cotidianas, hazlo, aunque te lleve un poquito más
de tiempo. Olvida el ascensor e intenta hacer ejercicio en tus ratos de ocio.
Puedes bailar o hacer senderismo. Todo esto, unido a una buena dieta, te
ayudará a mantener tu peso.
Frutos
secos
¿Sabías que los frutos secos se pueden calificar como la
carne vegetal? Son ricos en grasa, proteínas y vitaminas del grupo B,
necesarias para la salud de los nervios y el cerebro.
Deben ser consumidos con moderación si tienes problemas
de peso, por su alto contenido calórico, pero está comprobado que, por ejemplo,
las almendras ayudan a prevenir la osteoporosis. Consumir nueces cinco veces
por semana reduce el riesgo de ataque al corazón un cincuenta por ciento. Así
que, ¡mete un puñadito en tu bolso para picar entre horas!
Frutas
Hay ciertas frutas que no deben faltar en tu frutero. La
manzana, por tener una gran cantidad de sustancias terapéuticas nutricionales;
el plátano, por ser la fruta de los nervios; el limón, de acción bactericida y
antiséptica; los cítricos en general, como la naranja y la mandarina,
recomendados para evitar gripes y contaminación. La uva, que controla la
tensión alta y ayuda ante catarros y resfriados, además de limpiar el hígado y
los riñones.
Pescado
La ingesta habitual de pescado rico en ácidos grasos
omega-3, como el salmón o el atún, ayuda a controlar los niveles de colesterol
en sangre, así como la inflamación articular en los casos de artritis.
Brócoli
Pero, sin duda, una de las estrellas, es el brócoli, que,
además de proteínas y glúcidos, contiene vitamina A, C y B1 y B2, además de
calcio, fósforo, hierro y ácido fólico. Tiene un alto contenido en sulforafano,
una sustancia anticancerígena. Hay que cocinarlo al vapor o hervido y durante poco
tiempo, para no perder algunos de sus nutrientes, especialmente la vitamina C.
¡Y es delicioso!
Pipas
Las pipas de calabaza, son ideales para el cuidado de la
próstata, por su alto contenido en hierro, y un buen alimento para prevenir la
anemia. Tanto éstas, como las de girasol, evitan la formación de cálculos en el
riñón y se recomiendan a las personas que padecen trastornos intestinales.
Legumbres
¿Tomas legumbres habitualmente? Pues debes saber que son
imprescindibles. Los garbanzos y las lentejas son esenciales en la dieta de las
mujeres embarazadas y muy recomendadas para personas con problemas de estrés.
Cebolla
y ajos
Para las varices, ¡la cebolla! Y el ajo reduce la tensión
arterial y es un potente antibacteriano.
Zanahoria
y calabaza
La zanahoria evita la aparición de caries, asegura el
buen funcionamiento de la retina y protege nuestra piel de los efectos nocivos
del sol. La calabaza es uno de los alimentos que mejor cuida la salud de
nuestros ojos y produce un efecto laxante y diurético.
Si
no cuidas tu cuerpo, nadie lo hará por ti. Sólo tienes uno, y es para toda la
vida… Mejor prevenir que curar.
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