¡Ya
está la excusa perfecta para dormir la siesta!
Un
estudio efectuado por un equipo de investigadores israelies, ha llegado a la
mejor de las conclusiones: una siesta de 90 minutos al día es buena para la
memoria, porque refuerza el proceso de la consolidación de la memoria a largo
plazo.
La investigación revela que una siesta cambia
el curso de la fijación del recuerdo en el cerebro.
Seguimos sin conocer el mecanismo exacto del
proceso de memoria durante el sueño, pero los resultados de este estudio
sugieren la posibilidad de que se puede acelerar la consolidación de la memoria
y, en el futuro, podremos hacerlo de forma artificial.
La memoria a largo plazo se define como
aquella que no desaparece o dura muchos años, en contraposición a la de corto
plazo, que registra cosas inmediatas que después se olvidan.
El estudio analizó dos grupos a los que se les
hizo repetir una actividad con dos dedos siguiendo una secuencia específica.
Los investigadores estudiaron aspectos
relacionados con la memoria y, en concreto, la habilidad de los participantes
de realizar de forma correcta y rápida la secuencia aprendida. A uno de los
grupos se le permitió dormir una hora tras aprender la secuencia, mientras que
el otro permaneció despierto.
El primero presentó una significativa mejora
en sus habilidades para repetir el ejercicio después de la siesta, al tiempo
que el segundo no mostró progreso alguno, aunque, tras dormir durante una noche
entera, los participantes de ambos equipos revelaron el mismo nivel de aptitud.
Esta
parte del estudio demostró que una siesta diurna acelera y mejora la destreza
del cerebro. Tras una noche de sueño, ambos grupos
mostraron el mismo nivel, pero el que pudo tomar una siesta por la tarde mejoró
mucho más deprisa que el que permaneció despierto.
Esta parte del estudio mostró, por primera
vez, que el sueño durante el día puede reducir el tiempo en el que la memoria
se convierte en inmune a interferencias y olvidos. En lugar de 6 u 8 horas, el cerebro consolida la
memoria durante 90 minutos de siesta.
Con todo, admite que aún los expertos no
conocen a ciencia cierta cuál es el mecanismo del sueño que acelera estos
procesos.
El
esclarecimiento del mismo, opinan los científicos, podría permitir el desarrollo
de métodos para acelerar la consolidación de la memoria en adultos y crear
memorias estables en corto espacio de tiempo.
NOTA: HAY QUE RECONOCER QUE CUANDO UNO DESPIERTA DE LA SIESTA... NO SABE
NI DONDE ESTÁ. Y SI DUERME UNA SIESTA MUY LARGA LAS PAGA EN LA NOCHE PORQUE NO
PUEDE DORMIR BIEN
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