LOS AMORES Y LOS IMPERIOS

 Los amores son como los imperios: cuando desaparece la idea sobre la cual han sido construidos, perecen ellos también

·         Los amores son como los niños recién nacidos; hasta que no lloran no se sabe si viven

·         Los enamorados son como los sonámbulos: no ven sólo con los ojos

·         Los juramentos de amor son el aliento húmedo de los vientos

·         Los que padecéis porque amáis, amad más todavía. ¡Morir de amor es vivir!

·         Los únicos seres que son suficientemente evolucionados para transmitir un amor puro son los perros y los niños

·         Mal obedecer los labios cuando el corazón murmura

·         Me he limitado casi siempre a complicidades banales, por un terror oscuro a enamorarme y sufrir. Basta con ser prisionero de un instinto, no quiero serlo también de una pasión, y creo sinceramente que no he amado nunca

·         Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de ternero cebado donde hay odio

·         Mi amor es todo cuanto tengo, si lo niego o lo vendo, ¿para qué respirar?

·         Miserable es el amor que puede ser remedio

·         Muy fecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor

·         Nada contribuye más al hastío de la vida que un segundo amor

·         Nada es verdaderamente grave para los seres incapaces de amar

·         Nada nace sino de amor, y nada se hace sino de amor; sólo hay que tratar de conocer los diferentes grados del amor

·         Nadie debe confundir el amor con la dicha. Al contrario: a veces se piensa que amor y pena son una misma cosa

·         Nadie detiene al amor en un lugar

·         Nadie puede saber de quién es amado cuando la suerte le es propicia

·         Ningún amor más verdadero que aquel que muere no revelado

·         Ningún amor puede sustituir al amor

·         Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar

·         No ames a un hombre al que no admires. El amor sin veneración sólo es amistad

·         No basta un gran amor para retener eternamente a la persona que se ama, si al mismo tiempo no llenamos su existencia de un rico contenido, incesantemente renovado