Además
del oxígeno, la glucosa es la necesidad más importante del cerebro.
Pero no cualquier fuente de glucosa resulta saludable,
sino la que procede de alimentos ricos en fibra vegetal.
La
glucosa es el combustible principal de las neuronas. Sin glucosa, el
cerebro no puede trabajar, pues este azúcar, tan abundante en la naturaleza, es
el responsable de alimentar la minicentral eléctrica que hay en cada neurona.
Todas
las complejas reacciones químicas que se producen dentro del cerebro, necesitan
de la presencia de la glucosa.
El cerebro consume 460Kcal en 24 horas, la quinta parte
de las 2300 Kcal que ingiere un adulto promedio.
Las
neuronas no pueden almacenar reservas de glucosa, por lo que deben recibirla
constantemente con la sangre. La glucosa procede de la digestión de los
alimentos, y de la reserva que hay en el hígado en forma de glucógeno.
Todas las células del cuerpo, excepto las neuronas,
necesitan de insulina para transportar la glucosa desde la sangre al interior
de la célula. Las neuronas
no necesitan insulina para obtener glucosa, por lo que en el caso de
diabetes con falta de insulina, las neuronas siguen recibiendo su suministro de
glucosa, siempre que la sangre contenga al menos 80 mg de glucosa por cada 100
mililitros.
Finalmente,
todo el almidón y los azúcares ingeridos con los alimentos se transforman en
glucosa durante la digestión. Sin embargo, no es lo mismo que la glucosa
proceda de fuentes saludables, tales como cereales integrales, tubérculos o
frutas ricas en fibra, que de dulces refinados o caramelos.
Cómo
mejorar el aporte de glucosa al cerebro
Tomar
un desayuno abundante
Un desayuno que incluya cereales preferiblemente
integrales, tubérculos (patata, yuca, o similares) o legumbres como en México
(donde tan popular es el desayuno a base de frijoles), garantiza el suministro
de glucosa al cerebro durante toda la mañana, y mejora el rendimiento escolar y
laborar.
Comer
cereales integrales
Los cereales integrales son ricos en fibra vegetal, que
regula la liberación de la glucosa durante la digestión y permite mantener un
nivel adecuado en la sangre. Todos estos alimentos son de índice glicémico
bajo, lo que significa que aumentan poco el nivel de glucosa después de
haberlos ingerido.
Un estudio realizado en la universidad de Northumbria
(Newcastle, Reino Unido) muestra que un desayuno con cereales integrales de
índice glicémico bajo (como el muesli), mejora significativamente la atención y
la memoria de los escolares.
Reducir
o eliminar el consumo de productos pobres en fibra
Los productos elaborados a base de azúcar blanco y harina
refinada como bollos y pasteles y dulces, son pobres en fibra, y tienen un
índice glicémico alto (provocan un aumento importante del nivel de glucosa
después haberlos ingerido). El consumo de estos productos provoca oscilaciones
bruscas en el nivel de glucosa en la sangre, y no contribuye a mantener el
nivel constante que requiere el cerebro.
Comer
a horas regulares
Comer a horas regulares contribuye a mantener un adecuado
nivel de glucosa en la sangre, lo que favorece el buen funcionamiento cerebral.
Además, de esta forma se respetan los ritmos biológicos y se imparte el
necesario tiempo de descanso a los órganos digestivos.
El cerebro dirige todas las funciones del cuerpo. Por
ello al cuidar del cerebro y satisfacer sus necesidades, se está favoreciendo
la salud de todos los demás órganos y partes del cuerpo.
La buena hidratación, el reposo regular, el ejercicio
físico y el respirar aire puro, entre otros hábitos, favorecen el buen
funcionamiento del cerebro.
Otro órgano de nuestro cuerpo que necesita de glucosa es
el Hígado, la falta de esta lo resiente y lo lleva al mal funcionamiento.
Glucosa
o dextrosa, es una forma de azúcar encontrada en las frutas y en la miel.
Es un monosacárido con la misma fórmula empírica que la fructosa pero con
diferente estructura. Es una hexosa, es decir, que contiene 6 átomos de
carbono.
Todas
las frutas naturales tienen cierta cantidad de glucosa (a menudo con fructosa),
que puede ser extraída y concentrada para hacer un azúcar alternativo.
Pero a nivel industrial tanto la glucosa líquida (jarabe de glucosa) como la
dextrosa (glucosa en polvo) se obtienen a partir de la hidrólisis enzimática de
almidón de cereales (generalmente trigo o maíz).
La
manzana es considerada la reina de las frutas y por supuesto que cumple con
todo los requisitos para serlo, ya que además de ser uno de las frutas
más completas a nivel nutricional, también es un verdadero remedio natural, muy
indicado para tratar la condición hipoglucémica, brindando su azúcar natural o
fructuosa de alta calidad para apalear o regular la condición.
Consumir
dos manzanas pequeñas después de cada comida importante.
La melaza es un alimento natural para controlar
naturalmente la hipoglucemia, su uso es muy eficaz cuando el azúcar en la
sangre se vuelve anormalmente baja, motivada por un exceso de esfuerzo o
desnutrición, debiendo tomar una copa de agua con melaza que es un tónico capaz
de evitar la sensación de desmayo tan común en la condición.
La dieta representa el factor fundamental para prevenir o
tratar la hipoglucemia de forma natural, la cual debe basarse en alimentos
básicos; granos, semillas, frutos secos, verduras y frutas, complementándose con productos
lácteos y aceites vegetales, pero las semillas, frutos secos y los granos deben
ser el componente principal de la dieta
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