¿Es
la noche antes del examen y tú ni siquiera has empezado a estudiar? Todos nos
hemos visto en esta situación alguna vez.
Aunque estudiar para un examen el día de antes no hará
que saques un 10, probablemente te ayudará a no sacar un 0. Sigue estas sugerencias y
prepárate, porque la noche será muy larga.
La
noche antes del examen
Toma
buenas notas. Si tienes poco tiempo para estudiar para un examen, hacer
unas buenas anotaciones y resúmenes es vital para aprovechar bien la noche.
Escoge
lo que de verdad necesitas estudiar. Si tu profesor realiza sesiones de
repaso antes del examen, aprovéchala para saber qué temas considera más
importantes. Además, puedes plantear preguntas (aunque si no has empezado a
estudiar, probablemente tengas demasiadas preguntas).
Muchos
profesores realizan esquemas para estudiar lo más importante. Aprovéchalos bien.
Aunque no contengan toda la información que se abarca en el examen, al menos
podrás concentrarte en los puntos principales.
Usa
tus notas de clase. Si has asistido a clases regularmente, deberías
tener notas para repasar. Si no tienes ninguna, intenta conseguir las de algún
compañero. Las notas que se hacen en clase son un tesoro, porque contienen lo
que el profesor considera más importante de cada tema.
Identifica
los conceptos más importantes. A medida que repasas tus notas, localiza
los conceptos clave, las definiciones y las fórmulas. Si no te los sabes de
memoria, escríbelos aparte en otra hoja, o en tarjetas. Esto te ayudará a
identificar los puntos principales a recordar, y las tarjetas pueden ayudarte a
repasarlos.
El
acto de reescribir el material puede ayudarte a memorizarlo. Si tienes
buena memoria visual, esta técnica te ayudará mucho. Si tienes buena memoria
auditiva, recita las palabras a medida que las vas escribiendo.
Si
tienes suficiente tiempo, puedes escribir las notas varias veces para
memorizarlas. Puede parecer un trabajo tedioso, pero si estás tratando
de memorizar historia o información general, te resultará muy útil. Si tratas
de aprender fórmulas quizá no sea tan eficaz.
Estudia
de manera eficiente. Como no tienes tiempo de estudiar todo el material
que abarca el examen, debes
concentrarte en lo que es más probable que aparezca en la prueba y
concentrarte en aprender los conceptos más importantes.
Identifica
los puntos principales. Repasa la guía de estudio y tus notas y localiza
los temas más importantes y que se encuentran también en el libro de texto.
Busca las secciones más importantes del texto y escribe la información que te
parezca realmente importante. La idea no es escribirlo todo, sino encontrar las
explicaciones más importantes, y las fórmulas que sea más probable que
aparezcan en el examen. Concéntrate
en estos pocos puntos principales.
Busca
en el comienzo y el final de los capítulos del libro. La primera página suele contener
los puntos clave y te ayudará a comprender la idea general del material. En la
última página, normalmente, encontrarás un resumen del capítulo, o un esquema,
y una lista de las fórmulas más importantes en el caso de las matemáticas o la
física.
Piensa
en qué tipo de preguntas de redacción podría haber en el examen, y cómo
las responderías. A estas alturas, ya deberías tener una idea general de la
información. Piensa en un esquema general con algunos conceptos clave que
usarías para redactar un texto sobre el tema.
Haz
un repaso rápido de la información. Aquí es cuando empieza el estudio en
serio. Trata de absorber toda la información que has organizado, hazte
preguntas para comprobar que lo has memorizado, y evalúa rápidamente qué tal lo
has hecho. Esto te ayudará a comprobar en que áreas de la información debes
concentrarte.
Repasa
las tarjetas de preguntas o las notas de estudio primero. Lee los puntos
principales rápidamente. Si crees que ya has memorizado, y que comprendes bien,
una parte de la información, táchala de la lista o aparta la tarjeta. Si tienes
dudas sobre un tema, busca la respuesta en tus notas o en el libro.
Ponte
a prueba. Si tu
profesor te ha tomado un examen de prueba, hazlo. Si no, haz tú mismo un
examen de prueba, o repasa las preguntas al final del capítulo en el libro. Haz
únicamente las preguntas que estén relacionadas con el tema principal. No
dediques demasiado tiempo a cada pregunta. Si te quedas atascado en una,
anótala y revísala más tarde.
Ponte
una nota. Sé honrado con la calificación que te pones a ti mismo. Si no
eres honrado, esto te desanimará cuando llegue el examen real. Comprueba las
respuestas incorrectas y rectifícalas usando tus notas, o las tarjetas de
repaso. Quizá tengas que hacer algunas tarjetas nuevas, o repasar algún
concepto que pensabas que ya habías memorizado.
Si
no eres capaz de memorizar la información, y la sesión de estudio no está
funcionando como debería, prueba algunas técnicas de memorización. El
cerebro nunca olvida. Olvidar cierta información puede deberse a que no se ha
almacenado correctamente, no se puede recuperar adecuadamente, o quizá que
almacenamos la información donde no la podemos encontrar.
Practica
algunas técnicas de memorización. Quizá sea lo que necesitas para tu sesión de
estudio de última hora.
Prueba
a usar una mnemotecnia. Esta palabra simplemente significa “técnica de
memorización”, así que es una manera sencilla de recordar algo. ¿Te enseñó tu
profesora cuando eras pequeño las letras RNAVAAV para recordar los colores del
arcoíris? Usar la primera letra de una lista de palabras para formar un
acrónimo como este es una mnemotecnia.
Intenta
usar palabras similares, o rimas para memorizar la información. Quizá
puedas hacer una rima con alguna frase que te sea fácil de recordar, o quizá
crear un historia que puedas visualizar.
Intenta organizar la información por temas. Por ejemplo,
si estás estudiando Economía y Finanzas, intenta estudiar juntas las categorías
relacionadas. Organiza las materias por conceptos.
Recoge
y duerme un poco. A
veces no se tiene suficiente tiempo para dormir, pero intenta dormir todo lo
que puedas antes del examen. Una buena idea sería estudiar rápidamente antes de irte a dormir,
y levantarte temprano para
estudiar un poco más. Si aguantas toda la noche despierto, estarás más
cansado y será más fácil que cometas errores absurdos en el examen.
Hay estudios que indican que la falta de sueño estropea gradualmente la memoria.
Y no solo esto, sino que no dormir evita el uso de la memoria a corto plazo. Así que es mejor que estudies
rápidamente antes de que te entre la somnolencia, y que vayas a dormir
un poco.
El
día del examen
Toma
un desayuno equilibrado y suave al menos una hora antes del examen.
Evita comer carbohidratos únicamente. Es mejor que tomes también un poco de
proteína (huevos), alimentos que contengan ácidos grasos omega-3 (como los del
salmón), algo de fibra (frijoles o judías), y un poco de fruta o verdura.
Algunos
alimentos son especialmente eficaces aumentando la función y la longevidad
cerebral, por ejemplo los arándanos, el salmón, las nueces y otros frutos
secos, el aguacate, el jugo de pomelo, el té verde o el chocolate amargo.
Quizá quieras incluirlos en tu desayuno.
Aparta
tiempo para una sesión de estudio. Puedes estudiar en el automóvil o en
el autobús con un amigo. Reúnanse varios amigos antes del examen y háganse
preguntas unos a otros. Lo que necesitas es que la información esté lo más
fresca posible en tu mente. Eso
sí, asegúrate de que una sesión de estudio no se convierta en una reunión
social.
Repasa
tus notas de estudio y tus tarjetas una vez más. Justo antes del examen,
revisa cada una de las tarjetas y de las hojas de estudio que hiciste, aunque
pienses que ya las has memorizado. El objetivo es tener la materia fresca en la
mente a la hora del examen. Si tienes problemas para memorizar cierta
definición, o una fórmula matemática, escríbela seis o siete veces seguidas.
Esto debería grabarla en tu memoria por suficiente tiempo.
Identifica
una determinada pieza de información que sea más importante para la prueba y
que realmente necesitas recordar. Asegúrate de no memorizarte
información de más de tres o cuatro palabras o una fórmula a la vez. Mira
fijamente la pieza más importante de información por lo menos durante 1 a 2
minutos. Concéntrate bien.
Verifica qué se te quedo escribiéndola una vez más al final.
Llega
pronto a la sala del examen y acude al lavabo. Procura estar frente a la sala
del examen al menos 5 minutos antes, y asegúrate de visitar el inodoro antes de
sentarte a realizar el examen.
No te gustaría sentir la llamada de la naturaleza
mientras haces el examen. Después de eso, siéntate, relájate, respira hondo y
trata de visualizarte aprobando el examen.
Consejos
Elimina
todas las distracciones que puedas. Si puedes estudiar sin tu
computadora, hazlo. Si debes estudiar frente a la computadora, desconecta el
internet temporalmente antes de empezar a estudiar. Si necesitas buscar información en el internet
deberás tener mucho autocontrol.
Lee
en voz alta. La memoria auditiva es más útil que la simple lectura si
quieres memorizar algo rápido.
Descansa
un poco regularmente. Descansar te ayudará a mantenerte despierto, y
también pueden evitar que te agobies. Descansa de 5 a 10 minutos cada hora.
Justo
antes del examen, haz algo de ejercicio. Sube y baja unas escaleras o haz unas
flexiones. El ejercicio hace circular la sangre y te relajará. Además,
te hará estar bien despierto.
Quizá
te resulte más fácil repasar si estás con un compañero de estudios.
Puedes hacerte preguntas mientras estudias. Algunas personas, sin embargo,
tienden a distraerse, así que decide sabiamente.
Advertencias
Incluso
si apruebas el examen usando esta manera de estudiar, no esperes recordar el
material un par de días después. Normalmente, se recuerda mejor lo
aprendido si se hace gradualmente. Estudiar a última hora es solo una manera de memorizar algo a corto
plazo. Si necesitas recordar el material para usarlo más adelante (como
sucede con fórmulas matemáticas) necesitarás repasar la información después del examen.
Evita
la tentación de hacer trampas. Si consigues un 5/10 tú solo, te sentirás
mejor que sacando un 9/10 haciendo trampas. Incluso si no te molesta la
conciencia, estarías corriendo un grave riesgo.
Los
profesores no suelen tolerar a los tramposos y, si te descubren, las
consecuencias pudieran ser mucho peores que un simple 0 en el examen. Serán
cada vez más exigentes contigo, y no te ayudarán más adelante aunque empieces a
esforzarte. Además, en muchos centros de estudios se penaliza con suspensión o
expulsión de la clase. ¡En
países como Bangladesh se penaliza incluso con cárcel!
No
dormir y tomar demasiada cafeína son una mezcla muy perjudicial para tu salud.
Deberías evitarlo dentro de lo posible. Además, la privación de sueño ralentiza
tu velocidad de respuesta, así
que piénsalo bien si vas a conducir tu automóvil o tu moto después de estudiar
toda la noche.
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