Es
necesario crear estímulos que fortalezcan las conexiones neurales.
La memoria es una de las llamadas funciones cerebrales
superiores y aunque existen diferentes tipos, no es un patrimonio exclusivo de
los humanos, pues la gente
se relaciona con ella a partir de tareas comunes como recordar nombres, fechas,
números de teléfono o incluso, dónde dejaron las llaves. De ahí que
cualquier falla en estos procesos es motivo de preocupación y de presunción de
males mayores.
Aunque el tema de la memoria merece análisis más
profundos, vale la pena saber que esta función se puede entrenar y que con
disciplina se pueden alcanzar niveles asombrosos de recordación.
Sí es posible entrenar la memoria y mejorar la atención y
la concentración.
De ellos son estos diez consejos para impactar en las
neuronas y mejorar la capacidad natural de memorizar.
Ejercítese
antes de dormir
Recorrer
los pasos es uno de los ejercicios más prácticos que requieren de mayor
concentración y ejercitación, de un alto porcentaje de nuestro cerebro.
La idea de este consiste en tratar de recordar todo lo que se realizó durante
el día, antes de acostarse a dormir, desde la cosa más insignificante, ¿qué
comió al almuerzo? Hasta información más compleja de recordar, como, ¿cuántas
personas se encontró en el día? (nombres, caras), volviéndose hábito de
ejercicios a realizar diariamente.
¿Cómo memorizar un nombre de una persona? “Ah sí, conozco
su cara, ¡pero no acierto con el nombre!”; ¿le suena familiar? Pues bien, con
esta recomendación lo que se busca es que deje de pasar por la pena de dar
denominaciones como, señor, amigo, vecino, sumercé, y no llamarlas por el
nombre verdadero; lo primero que debe hacer es escuchar con atención cuando se
le esté presentando la persona, puesto que en ocasiones se cree que con solo
dar la mano y responder, “encantado de conocerle” memorizó el nombre con toda
exactitud.
Como sugerencia si no entendió bien el nombre, ¡asegúrese
de haber oído bien cómo se llama la persona que le presentan!, cuando tenga el
nombre claro, va a hacer una asociación con alguien que ya conoce, o con un
personaje famoso, ejemplo: 'Juan Pablo' es un nombre muy común y por lo mismo
se olvida más rápido, entonces lo puede asociar con el papa 'Juan Pablo II' o
con 'Juan Pablo Montoya'.
Usar
la mano no dominante
Utilice
la mano que no es dominante, para realizar diferentes actividades diarias;
si es zurdo use la derecha y si es diestro use la izquierda, empiece con algo
tan básico como tomar la sopa, cambiar el reloj de mano, después ir aumentando
la complejidad, como cepillarse los dientes, enjabonarse, hasta llegar a
utilizar el ratón del computador y poder escribir con la mano no dominante.
Gimnasia
Cerebral
Para
tratar la gimnasia cerebral primero hay que definir el término acotación, “son
ejercicios que, coordinados y combinados, ayudan a ejercitar nuestros hemisferios
cerebrales”; de tal forma que si realiza movimientos con su cuerpo, va
creando una conexión interhemisférica en donde según el grado de complejidad,
es mayor la ejercitación cerebral.
Cambie
las rutas
De
ahora en adelante va a ir al trabajo, lugar de estudio o sitios que normalmente
frecuenta, utilizando una ruta diferente a la habitual, así tenga que
utilizar un medio de transporte diferente para movilizarse. Esto hará que su
cerebro se impacte, y tenga que crear nuevas conexiones neuronales, con las
nuevas rutas que empiece a crear para ir a los diferentes sitios de destino.
Curiosée
en el transporte público
La próxima vez que se suba al bus, trate de observar a las personas
y empiece a clasificarlas y enumerarlas en grupos diferentes. Empiece con
algo sencillo como, ¿cuántas personas están sentadas y cuantas de pie? Esto
hará que se entrene en la capacidad de atención y concentración, a la vez
estará haciendo gimnasia cerebral con cálculos matemáticos sencillos de suma;
verá que cada vez se le facilitarán más las operaciones matemáticas, y lo hará
a mayor velocidad. Otros tipos de agrupación posible son:
¿Cuántos hombres y mujeres hay?
¿Cuántos están durmiendo?
¿Cuántos van elegantes e informales?
¿Cuántos van hablando o utilizando su teléfono celular?
¿Cuántos van escuchando música?
Cambia
las rutinas
Haga cosas diferentes. Oblíguese a salir, conocer y charlar con personas de
diferentes edades, trabajos e ideologías. Experimente lo inesperado, use
las escaleras en lugar del ascensor, salga al campo si vive en la ciudad o
salga a la ciudad si vive en el campo. Trate de utilizar sus sentidos cuando
cambie sus rutinas, esto hará que mejoren sus memorizaciones futuras.
Identifique
las monedas
Coloque
en su bolsillo varias monedas de diferentes denominaciones y al introducir la
mano en él tómelas e identifique de qué
denominación es cada una; al sacarla del bolsillo revisará si era
correcta o no la respuesta, y continuará así sucesivamente con todas las
monedas.
Ojos
cerrados
Con
los ojos cerrados va a empezar a realizar actividades cotidianas, como
vestirse o bañarse, verá cómo usted notará texturas y experimentará sensaciones
que nunca antes había percibido.
Cambie
las cosas de lugar
Al
saber dónde está todo, el cerebro ya construyó un mapa mental de la ubicación
de las cosas de la casa,
entonces debe cambiar las cosas de lugar, para que el cerebro deba volver a
crear este nuevo mapa mental y así crear nuevas conexiones neuronales. Por
ejemplo, cambie el lugar de la caneca de la basura, verá la cantidad de veces
que tirará el papel al viejo lugar, cambie de lugar la mesa de noche y los
productos de aseo que usa diariamente.
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