Aunque
cada uno tiene sus rituales para ir a la cama, hay algunas creencias que
podrían estar dañándote el sueño, duermas como duermas.
Mito: Se necesitan entre 7 y 8 horas
para dormir bien en la noche
Falso: Aunque es importante para tu salud dormir lo suficiente cada
noche, no hay un número exacto de horas que se deban utilizar para un
‘sueño saludable’. El número de horas de sueño que se necesitan depende de cada persona y de lo
cansado que se encuentre. Lo importante es sentirse bien al levantarse cada mañana, aunque
tenga en cuenta que dormir en promedio más de nueve horas puede aumentar el riesgo
cardiovascular.
Mito: Tomar pastillas ayuda a recuperar
el sueño de forma natural
Falso:
La gente usualmente cree que tomar pastillas para dormir es la respuesta para sus problemas con el
sueño, pero dormir es algo que debería aparecer naturalmente. Ahora, las
pastillas para dormir pueden
tener efectos secundarios negativos, incluyendo dependencia sicológica y física,
somnolencia durante el día y otras
consecuencias en la salud.
Investigadores
han demostrado que las
terapias de análisis de conducta son el mejor tratamiento para el insomnio
y no tiene efectos negativos como las pastillas.
Mito: Leer y ver televisión en la cama
dañan el sueño
Verdadero:
Es importante que entiendas que estas actividades en la cama activan tu mente en vez de tener el efecto
contrario que es el deseado. Así que cuando ves televisión tienes una estimulación visual y
auditiva, y ninguna de esas dos le está diciendo a tu cerebro que es
hora de dormir, así lo logres. De pronto sientes que en nada ha afectado el ver
tele o leer en la cama para quedarte dormido, pero lo cierto es que sí es una causante de trastorno
de sueño, de desvelos a los que no les encuentras explicación. Así que
mejor lee o ve televisión en otra parte de la casa y así tu cerebro no va a
relacionar la cama con actividades aceleradas.
Mito: Tomar un poco de alcohol antes
ayuda a que durmamos mejor
Falso: No es una buena idea. A pesar que de que el alcohol te
puede hacer sentir adormilado y en realidad te facilita la ida a dormir, este
tipo de bebidas pueden perturbar la ‘arquitectura de tu sueño’ y hasta
hacerlo menos reconfortante. Además lo más seguro es que con beber antes de acostarte más
ganas te darán de ir al baño a mitad de noche. Así que mejor hazlo de
forma natural ya que esta estrategia puede ser más dañina que útil.
Mito: Tomar siestas en el día daña el
sueño en la noche
Cierto y falso: Depende de cómo duermas en la noche.
Si no tienes problemas para quedarte dormido en la noche, tomar una siesta puede ser hasta
beneficioso para tu salud mental y corporal. Descansar de 15 a 20 minutos puede ayudarte a sentirte rejuvenecida.
Solo ten cuidado en no reposar demasiado o te sentirás más adormilada que antes
de empezar la siesta. Si tu caso es de insomnio, tomar
una siesta en el día, y más una larga, es contraproducente ya que la
cantidad de sueño que necesitas en un periodo de 24 horas casi siempre va a
ser igual, y si la siesta daña el sueño
solo se podrán contar las pocas horas que se durmió en la siesta. Así que lo mejor es que no tomes
una siesta en el día y guardes esas energías para la noche.
Quedarse
dormido fácilmente no solo depende de cuán somnoliento estés, sino también de
cuántas horas has estado despierto desde la última vez que dormiste. Lo mejor
en cualquiera de los dos casos es que solo nos tomemos de 10
a 15 minutos no precisamente para dormir, si no para
relajarnos. Sentarnos en una silla con un libro, poner música o hasta
caminar un poco.
Mito: Comer pesado poco antes de dormir
aligera el sueño y da pesadillas.
Cierto: Puede afectar la continuidad del
sueño y algunas personas se quejan de tener pesadillas. Aunque no se tiene claro
aún por qué genera pesadillas, expertos aseguran que la fragmentación del sueño se da porque después de
comer se aumenta el metabolismo y es posible que al acostarse haya reflujo
gastroesofágico, lo que por supuesto no deja descansar en su totalidad.
Mito: Tomar leche caliente con miel u
otras aguas aromáticas, incita al sueño
Verdadero: Los productos lácteos producen sueño pues tiene
algunos componentes derivados del triptófano, un aminoácido que promueve la
liberación de un neurotransmisor que está involucrado en la regulación del
sueño y el placer. Entonces, no
es solo leche y no es solo caliente, puede ser cualquier lácteo y a cualquier
temperatura. Ahora con las
agüitas, aromáticas y té, todavía no es muy claro si sí funcionen físicamente
en todo el mundo aunque a
muchos les haga efecto. Pero de todos estos productos naturistas el que
se ha observado que más
funciona es la valeriana. La leche, a diferencia del alcohol, no
fragmenta el sueño a menos que uno sea intolerante a la lactosa.
Mito: Quienes sufren de insomnio no
deberían hacer nada cuando se desvelan, excepto tratar de descansar con los
ojos cerrados
Falso: La recomendación para las personas que pasan mucho tiempo
despiertas en la cama y que quieren conciliar el sueño es que se paren y
se enrolen en alguna actividad que sea tranquila y que no tenga que ver con el
trabajo. Recuerda, lo mejor es que esa actividad monótona se haga fuera del
cuarto con una luz tenue y un ambiente de mucha tranquilidad. Si uno se queda acostado en la
cama el cerebro comienza a acostumbrarse a este lugar no es para estar dormido
sino despierto y no es bueno enseñarle esto al cerebro.
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