§ Evitar la mentira y la personalidad múltiple. Ser el mismo siempre, independientemente de las circunstancias.
§ Luchar contra la vanidad. Que nos lleva a elevarnos por encima de lo que somos para cubrir nuestras flaquezas o exaltar nuestras cualidades. Vivir de acuerdo a nuestras posibilidades, evitando lujos fuera de nuestro alcance.
§ Prepararnos para adquirir aquellas destrezas o habilidades que nos hacen falta para el trabajo o para sacar adelante a la familia.
§ Cooperación y comprensión para evitar el deseo de dominio sobre los demás, respetando sus derechos y opiniones.
§ Ser fieles a las promesas que hemos hecho, de esta manera, somos fieles con nosotros mismos.
§ Cumplir responsablemente con las obligaciones que hemos adquirido en la familia o el trabajo.
§ Hacer a un lado simpatías e intereses propios, para poder juzgar y obrar justamente.
§ Esforzarnos por vivir las leyes, normas y costumbres de nuestra sociedad.
§ No tener miedo a que "me vean como soy". De cualquier manera, mientras no hagamos algo para cambiar, no podemos ser otra cosa.
La autenticidad da a la persona una natural confianza, pues con el paso del tiempo ha sabido cumplir con los deberes que le son propios en el estudio, la familia y el trabajo, procurando perfeccionar el ejercicio de estas labores superando la apatía y la superficialidad, sin quejas ni lamentaciones. Por la integridad que da el cultivo de este valor, nos convertimos en personas dignas de confianza y honorables, poniendo nuestras cualidades y aptitudes al servicio de los demás, pues nuestras miras van más allá de nuestra persona e intereses.
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