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¿SABÍAS QUE CADA FORMA DE ABRAZAR TIENE UN SIGNIFICADO?

 

No todos los abrazos son iguales ni significan lo mismo. Acá te decimos algunos tipos y la intención que cada uno esconde.
¿Sabías que cada forma de abrazar tiene un significado?
Existe una preciosa frase de Edward Paul Abbey que dice “creo solo en lo que puedo tocar, besar o darle un abrazo. El resto es solamente humo”. Abrazar es una forma de lenguaje excepcional, lo sabemos. Es el arte del afecto contenido en un gesto, en el más intenso y hermoso, ese donde dos corazones quedan unidos y los cuerpos refugiados, a salvo de los miedos y preocupaciones.
 
Abrazar es un ritual muy importante en nuestra cotidianidad. Es también un símbolo social, sin embargo, por curioso que resulte, no siempre significa lo que queremos, deseamos o soñamos.
 
En realidad, estamos ante un tipo de lenguaje no verbal que se rige por las normas culturales de las diversas sociedades. Puede ser un pequeño oasis de complicidad, un remanso de paz o incluso un gesto de falsedad o engaño.
 
“Que ningún juez declare mi inocencia, porque, en este proceso a largo plazo buscaré solamente la sentencia a cadena perpetua de tu abrazo”.
-Antonio Gala-
 
De hecho, si hay algo que todos hemos experimentado en más de una ocasión es que no todos los abrazos nos son cómodos. Es más, a pesar de que sean múltiples los estudios que nos recuerdan los grandes beneficios de llevar a cabo este gesto, hay un reverso del que no siempre se habla.
 
Hay abrazos que ocasionan estrés y amenaza. Al fin y al cabo estamos ante un tipo de contacto físico caracterizado por una elevada intimidad. Y ese, es un umbral que no todos pueden cruzar…
 
Diferentes formas de abrazar
Las formas de abrazar están definidas por la percepción de quien lo recibe, la intención de quién los da y los sentimientos que les embargan en ese acto.
 
De esta forma, varios psicólogos afirman que existen diferentes formas de abrazar y han diseñado una peculiar clasificación de las mismas. En este caso, presentaremos los más comunes y detallaremos su influencia en nuestro organismo. Estos son:
 
1. Abrazos clásicos
En este listado queremos comenzar por el principio. Y el principio en este caso nos lleva al abrazo clásico. Dos personas se rodean con sus brazos con firmeza situando las cabezas una al lado de otra. En realidad, este abrazo es muy íntimo. Los pechos se juntan y las cabezas están muy cercanas. Además, suele durar dos o más segundos, por lo que el ritual tiene un encanto especial.
 
Seguro que alguna vez abrazaste así al despedirte de alguien querido o al volver a reencontrarte con él. No importa que esa otra persona sea tu pareja. De hecho, en nuestro día a día podemos llevar a cabo este gesto con nuestros amigos más íntimos y con nuestros familiares.
 
2. Abrazos de baile
Como su propio nombre indica, se dan para asociarlos a la música. Normalmente, llevan a una de las dos personas implicadas a abrazar a la otra por su nuca (los brazos se unen detrás de esa parte de nuestro cuerpo).
 
Las miradas entonces quedan prendidas en ese universo único habitado por la más íntima complicidad. Tal y como podemos deducir, este tipo de abrazo solo puede darse a nivel de pareja y en situaciones marcadas por el velo del romanticismo.
 
3. Abrazo visual
Cuando un abrazo tiene un contacto visual, existe un componente especial. Es sencillo, muy íntimo, con ambas personas pegadas una frente a otra. Pero el espacio que se queda entre los dos a la altura del pecho se sustituye por la cercanía de las miradas cómplices y cariñosas.
 
 
Este tipo de gesto no exige un gran contacto físico. Sin embargo, pocos actos resultan a la vez tan intensos y reconfortantes. Esas miradas otorgan afecto y validación. El afecto más sincero se desnuda sin necesidad de palabras para llegar a la otra persona, para atraparla y transmitirle el más profundo aprecio.
 
Este tipo de abrazo no solo se da entre parejas. Es sin duda el más hermoso que podemos ofrecer a nuestros hijos.
 
“Éramos el abrazo de amor en que se unían el cielo con la tierra”.
-Rosario Castellanos–
 
4. Abrazo entre compañeros
Otra forma de abrazar es la que se da entre compañeros, cuando son dos personas sin una confianza o afinidad especial. Simplemente se producen unas palmadas en la espalda por un trabajo bien hecho o por la cercanía de algún hecho concreto. No obstante, las cabezas no se juntan y los sentimientos son poco intensos.
 
Este tipo de gesto social no exige mayor profundidad. Es un ritual común y recurrente que tiene su implicación, que es útil y nos sirve para estrechar lazos en nuestros entornos cotidianos de trabajo.
 
5. Abrazos asimétricos
El abrazo asimétrico se produce entre dos personas a diferentes alturas. En este caso, la connotación es puramente pasional y erótica. De hecho, cuando más se usa es durante un acto íntimo y sexual.
 
Por ejemplo, este tipo de abrazo asimétrico suele darse cuando uno de los miembros de la pareja está sentada en una superficie y la otra persona de pie, se acerca para abrazarla e iniciar así ese instante de intimidad y placer.
 
6. Abrazo lateral
El abrazo lateral es otro ejemplo de simpleza y cercanía a la vez. Esta forma de abrazar se produce cuando rodeas el hombro de otra persona con un brazo. Sus significados son varios. Puede referirse a un ansia por reconfortar a la otra persona, compañerismo, simpatía y cariño, amor, ternura, calidez…
 
Todos lo hemos llevado a cabo alguna vez. Son gestos de gran sencillez pero que siempre reconfortan, que vienen bien y nos sirven a la vez para estrechar esos lazos sensacionales con nuestras amistades.
 
El abrazo lateral es una forma de abrazar entre amigos
 
7. Abrazos distantes
Lo señalábamos al inicio: hay abrazos que no son cómodos, que se dan por simple formalismo y que incluso nos suponen una amenaza. En este caso, en lo que se refiera a los abrazos distantes cabe decir que son altamente comunes.
 
Se producen cuando los abrazos carecen de intensidad y se dan con los cuerpos alejados. Las cinturas están separadas y el acto se produce más por compromiso que por verdadero gusto o placer.
 
Pueden ser parte de un protocolo o motivados por una tregua temporal tras un enfrentamiento intenso. Finalmente, podrían ser la escenificación de una cordialidad tensa, e incluso, una actuación que busca aparentar un cariño que en realidad no está presente.
 
8. Abrazos violentos
Este es sin duda el gesto más incómodo y amenazante de todos. Hablamos de una forma de abrazar que denota de gran intensidad, pero no precisamente por la pasión amorosa, sino por pura violencia y agresividad.
 
Suele ser muy apretado, enjuto. Incluso podría causar dolor a uno de los implicados. Suceden durante una riña o para separar a un individuo de una pelea, por ejemplo.
“Lo abrazas todo, no siendo ni uno ni todo”.
-Proclo-
 
9. Abrazo protector
En esta forma de abrazar una de la personas se coloca de espalda a la otra, y la que queda detrás, envuelve con sus brazos a quien se encuentra delante; transmitiéndole así una señal de estabilidad, confianza y cuidado.
 
Según los expertos, este tipo de abrazos significa protección y representa un refugio seguro hacia donde la persona quiere ir. En este caso, el que se ubica en la parte de atrás es el que representa al protector.
 
10. Abrazo con movimiento
Es muy común en las personas que se tienen mucho aprecio, pero que no se han visto durante mucho tiempo. Además, no suele ser exclusivo entre dos personas, ya que que es normal verlo en abrazos grupales, e incluso, cuando alguien abraza su mascota.
 
Otra de sus características llamativas es que suele acompañarse con frases afectivas, ya que su duración es relativamente larga.
 
11. Abrazo por la cintura
Es un tipo de abrazo muy íntimo y romántico, por lo que suele ser bastante común entre las parejas. En este caso, ambas personas envuelven con sus brazos la cintura del otro con firmeza, mientras se miran a los ojos o se besan.
 
 
Suele transmitir comodidad, confianza y placer en quienes lo realizan.
 
12. Abrazo en el aire
No cabe duda que este tipo de abrazos está relacionado con la pasión, el deseo y el placer romántico. Se trata de un abrazo donde una de las personas rodea con sus brazos el cuello del otro, mientras que sus piernas rodean la cadera de su acompañante. Por tanto, este otro se encuentra de pie y sosteniendo entre sus brazos a la otra parte.
 
En este caso, se trasmite una fuerte conexión emocional y física, por lo que es común en aquellos que se atraen físicamente.
 
13. Abrazo unilateral
En este tipo de abrazos, una de las dos personas rodea con sus brazos el torso del otro, mientras que este permanece quieto y con los brazos caídos. Es decir, quien recibe el abrazo no opone resistencia, pero tampoco devuelve el gesto.
 
A simple vista, da la impresión de un abrazo forzado. Pero, en algunas ocasiones, puede significar contención y apoyo emocional sin la esperanza de recibir nada a cambio.
 
Para finalizar, cabe mencionar que es una pena que algunas formas de abrazar no impliquen un símbolo de amor y cariño. Esa cercanía que se siente hacia otra persona por un contacto físico tan íntimo quizás no debiera ser nunca violenta o falsa.
 
Sin embargo, a pesar de que en ocasiones podamos vivir situaciones con esta connotación, por fortuna la mayor parte de las veces los abrazos simbolizan y crean un espacio de intimidad y cariño en el que nos sentimos acompañados y reconfortados.
 
Disfrutémoslos a diario y seamos generosos con ellos: los abrazos curan, reconfortan y no necesitan palabras. Abrazar es el lenguaje del corazón.
 
 
Reflexión desde el punto de vista católico:
En el arte del abrazo, cada gesto encierra un significado divino. El abrazo cálido expresa amor y consuelo, reflejando el afecto que Dios derrama sobre nosotros. El abrazo protector es la manifestación de la providencia divina, una garantía de seguridad. El abrazo amistoso refleja la fraternidad que Dios nos insta a cultivar. Así como las Sagradas Escrituras nos enseñan a abrazar al prójimo, nuestras acciones terrenales también comunican mensajes celestiales. En cada abrazo, recordamos que nuestra capacidad de amar emula el abrazo divino, fuente de consuelo, protección y comunión fraternal en nuestra peregrinación terrenal.
 
¿CUALES SON LOS BENEFICIOS DE UN ABRAZO DESDE EL PUNTO DE VISTA PSICOLOGICO, NEUROLOGICO Y CATOLICO?
 
 
Desde una perspectiva psiconeurológica, los abrazos pueden tener varios beneficios para la salud mental y física. Aquí hay algunas formas en las que los abrazos pueden influir en el bienestar:
 
·         Liberación de oxitocina: Los abrazos estimulan la liberación de oxitocina, a menudo llamada la "hormona del amor". Esta sustancia química está asociada con la conexión emocional, la empatía y la reducción del estrés. La oxitocina también puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
·         Reducción del estrés: Los abrazos pueden activar el sistema nervioso parasimpático, lo que ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. Esto contribuye a una sensación de calma y relajación.
·         Mejora del estado de ánimo: La oxitocina y otras sustancias químicas liberadas durante un abrazo, como la dopamina y la serotonina, pueden contribuir a mejorar el estado de ánimo. Esto puede ser especialmente beneficioso para aquellos que experimentan síntomas de depresión o ansiedad.
·         Fortalecimiento de la conexión social: El contacto físico, como los abrazos, juega un papel importante en el establecimiento y mantenimiento de relaciones sociales. Estos lazos afectivos son esenciales para la salud mental y emocional.
·         Alivio del dolor: Los abrazos pueden tener un efecto analgésico, ya que la liberación de oxitocina puede reducir la percepción del dolor y mejorar la tolerancia al mismo.
·         Mejora de la salud cardiovascular: Se ha sugerido que los abrazos pueden tener efectos positivos en la presión arterial y la función cardíaca, posiblemente debido a la reducción del estrés y la activación del sistema nervioso parasimpático.
·         Estimulación del sistema inmunológico: Al reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, los abrazos pueden contribuir indirectamente a un sistema inmunológico más fuerte.
·         Reducción de la soledad: Los abrazos pueden ayudar a combatir la sensación de soledad al proporcionar una conexión emocional y física con otros. La interacción social positiva puede ser fundamental para la salud mental.
·         Regulación del sistema nervioso autónomo: Los abrazos pueden influir en el sistema nervioso autónomo, ayudando a equilibrar las respuestas del cuerpo al estrés y promoviendo un estado de calma.
·         Mejora del sueño: La relajación inducida por los abrazos, junto con la liberación de oxitocina, puede contribuir a un mejor sueño. La sensación de seguridad y comodidad derivada de un abrazo puede facilitar la conciliación del sueño y mejorar la calidad del descanso.
·         Aumento de la empatía: El contacto físico, como los abrazos, puede aumentar la empatía y la comprensión emocional entre las personas. Esto fortalece las relaciones interpersonales y fomenta un ambiente social más positivo.
·         Reducción de la ansiedad social: Los abrazos pueden ayudar a aliviar la ansiedad social al proporcionar una sensación de apoyo y seguridad emocional durante interacciones sociales.
·         Estímulo cognitivo: La activación del sistema nervioso durante un abrazo puede tener efectos estimulantes en el cerebro, mejorando temporalmente la atención y la concentración.
·         Promoción del bienestar general: La combinación de factores psicológicos, emocionales y fisiológicos que resultan de los abrazos contribuye al bienestar general de una persona. Este impacto holístico puede tener beneficios a largo plazo para la salud.
Es importante recordar que la interpretación y los efectos de los abrazos pueden variar entre individuos, y las experiencias personales pueden influir en la forma en que se perciben. En general, incorporar abrazos de manera regular en la vida cotidiana puede tener numerosos beneficios para la salud mental y emocional.
 
 
BENEFICIOS DE UN ABRAZO DESDE EL PUNTO DE VISTA CATOLOCO
 
Los abrazos son un regalo del cielo para el cuerpo y el alma
Un abrazo fraterno, un gesto de amor sencillo pero poderoso. Desde la perspectiva de un psicólogo católico, este acto de cariño va más allá de un simple contacto físico. Es un canal de gracia divina que nutre nuestro cuerpo y alma de múltiples maneras.
 
Beneficios para el cuerpo:
·         Reduce el estrés y la ansiedad. La calidez y presión de un abrazo liberan oxitocina, una hormona que genera una sensación de calma y bienestar. Esta reducción del cortisol, la hormona del estrés, mejora la salud cardiovascular y reduce la tensión muscular.
·         Fortalece el sistema inmunológico. Los abrazos aumentan las células NK (Natural Killer) que combaten virus y bacterias, fortaleciendo nuestras defensas.
·         Disminuye el dolor. La oxitocina también actúa como un analgésico natural, aliviando dolores crónicos y mejorando la calidad del sueño.
 
Beneficios para el alma:
·         Fomenta el amor y la conexión. Un abrazo sincero transmite un mensaje de afecto y apoyo, fortaleciendo los vínculos entre las personas.
·         Eleva la autoestima. Sentir el calor de otra persona nos recuerda que no estamos solos, lo que aumenta nuestra confianza y seguridad en nosotros mismos.
·         Promueve la paz interior. El contacto físico produce una sensación de seguridad y protección, reduciendo el miedo y la ansiedad.
 
Un abrazo desde la fe:
·         Más que un acto físico, el abrazo es una expresión del amor cristiano. Es un reflejo del abrazo del Padre Celestial, que nos acoge con infinita misericordia y nos ofrece su consuelo en los momentos difíciles.
 
En la Sagrada Escritura encontramos ejemplos:
·         El abrazo del Padre al hijo pródigo (Lucas 15:20-24) representa el perdón y la redención.
·         Jesús abrazando a los niños (Mateo 19:13-15) simboliza la ternura y el amor por los más vulnerables.
 
Recomendaciones:
·         Abraza con frecuencia. No esperes a una ocasión especial para expresar tu afecto.
·         Abraza con el corazón. Un abrazo sincero y sentido tiene un mayor impacto.
·         Ora mientras abrazas. Pide a Dios que bendiga a la persona que abrazas y que fortalezca su vínculo.
 
Conclusión:
Los abrazos son un regalo del cielo que nos brinda bienestar físico y espiritual. Son una expresión del amor de Dios y una herramienta poderosa para fortalecer nuestras relaciones.
 
Recuerda: Un abrazo a tiempo puede cambiar el día de una persona. ¡No tengas miedo de dar y recibir abrazos!
 


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