El desánimo es una emoción natural y normal, y todos
experimentamos esos sentimientos de vez en cuando. Sin embargo, el desánimo
puede ser un obstáculo para la productividad si no lo manejamos adecuadamente.
Aquí hay algunas formas de transformar el desánimo en energía productiva:
Acepta tus sentimientos. Es importante reconocer y aceptar
que estás sintiendo desánimo en lugar de negarlo o reprimirlo.
Identifica
la fuente del desánimo. ¿Hay algo específico que esté causando tus sentimientos
de desánimo? ¿Es una tarea particularmente desafiante, una relación difícil, o
algo más? Una vez que hayas identificado la fuente del desánimo, puedes
trabajar en resolver el problema.
·
Haz una pausa. Si te sientes abrumado, puede ser útil tomar un
descanso y hacer algo que te ayude a relajarte y a recargar energías. Prueba
hacer ejercicio, tomar una ducha o simplemente salir a caminar.
·
Divide grandes tareas en pasos más pequeños. Una tarea grande y
abrumadora puede ser desalentadora. En su lugar, divide la tarea en pasos más
pequeños y enfoque tu atención en completar un paso a la vez.
·
Busca apoyo. Hablar con un amigo, miembro de la familia o
consejero puede ser muy útil cuando te sientes desanimado. Una perspectiva
externa puede ayudarte a ver las cosas de manera diferente y a encontrar
soluciones.
·
Establece metas alcanzables. Establecer metas alcanzables puede
ayudarte a sentir un sentido de logro y a mantenerte motivado. Asegúrate de
establecer metas realistas y alcanzables en lugar de metas imposibles de
lograr.
·
Encuentra cosas por las que estar agradecido. A veces, el
desánimo puede ser el resultado de enfocarnos en lo que no está funcionando en
nuestras vidas en lugar de en lo que sí está funcionando. Trata de hacer una
lista de cosas por las que estés agradecido, ya sean cosas grandes o pequeñas.
REFELXION
¿Te has preguntado alguna vez qué pasaría si pudieras intervenir en el momento en que sientes desánimo? La buena noticia es que tienes el poder de hacerlo. Puedes transformar la energía negativa del desánimo en energía positiva y productiva. Para lograrlo, debes reconocer el control que tienes sobre tus propios pensamientos y poner ese control en práctica.
El desánimo es sólo una de las muchas interpretaciones
que puedes hacer de tu situación. Elije enfocarte en una interpretación más
empoderadora, que te permita visualizar de manera positiva tus posibilidades,
tu futuro y lo que puedes hacer.
Deja
que el desánimo cumpla su propósito de alertarte sobre lo que es importante
para ti, pero no permitas que te detenga. Transforma el desánimo en coraje,
energía y acciones efectivas.
Luego,
dirige tus pensamientos hacia vivir plenamente el presente. Ejercita el poder que tienes
sobre tus propios pensamientos, haciéndolos tan positivos, realistas y
motivadores como sea posible, para que puedas estar en paz y armonía.
Pide a Dios que te conceda calma y serenidad.
¿Te has preguntado alguna vez qué pasaría si pudieras intervenir en el momento en que sientes desánimo? La buena noticia es que tienes el poder de hacerlo. Puedes transformar la energía negativa del desánimo en energía positiva y productiva. Para lograrlo, debes reconocer el control que tienes sobre tus propios pensamientos y poner ese control en práctica.
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