LOS MOMENTOS DIFÍCILES NOS FORTALECEN

 

Cuando la tempestad arrecia es un momento de gran intensidad y cambio. Puede ser una tempestad meteorológica, una tormenta emocional o una crisis en la vida. En cualquier caso, es un momento de gran dificultad y desafío.
 
Durante la tempestad, es fácil sentirse abrumado y sin salida. Puede parecer que todo está en contra de nosotros y que no hay forma de escapar de la tormenta. Sin embargo, es importante recordar que toda tempestad eventualmente pasa y que hay formas de enfrentarla y superarla.
 
Una forma de hacerlo es buscando apoyo en otros. La amistad y el apoyo de otras personas pueden ser muy valiosos durante momentos de dificultad. También es importante tener una actitud positiva y mantener la esperanza, incluso cuando las cosas parecen más oscuras.
 
Otra forma de enfrentar la tempestad es preparándose para ella. Esto puede incluir hacer planes de contingencia y tener provisiones para situaciones de emergencia. También puede ser útil tener una mentalidad de "supervivencia" y enfocarse en lo que se puede controlar en lugar de perder el tiempo preocupándose por lo que no se puede controlar.

REFLEXION

Cuando la tempestad arrecia cree de verdad que Dios es tu refugio y así espantarás los miedos.
 
La fe es tu fuerza y el amor tu fuente de energía para no llegar hasta el abismo de la aflicción.
Los seres amorosos también enfrentan la adversidad, incluso en sus peores formas.
 
Un ser lindo puede tener un cáncer para pulirse y enseñar a otros con su aceptación serena.
 
Eso que llamamos "malo" es para todos y no llega por una decisión divina y menos por un castigo.
 
Hay pruebas elegidas en La Luz antes de entrar al cuerpo, pruebas duras para mostrar que somos fuertes.

Cuesta aceptarlas, pero nunca llegan para lacerarnos, llegan para que el espíritu se fortalezca.
Lo que necesitas es estar con Dios, confiar, aceptarlo todo y levantarte cada vez que caigas. Dios es tu baluarte.