Los sabios siempre han practicado y
aconsejado el buen hábito de cultivar en todo momento una atención plena.
Es el
mismo hábito de estar
consciente en el aquí y el ahora, de darte cuenta de cómo piensas, hablas y actúas.
Eso
pide amar el silencio y la
soledad, pide dedicar
buen tiempo a reflexionar, a conocerte y examinarte.
Al ser
humano le queda muy difícil hacer eso si se deja atrapar por el vértigo de una vida agitada y
ruidosa.
Hay que sacar momentos para un alto en
el camino, para
repensar la vida, tomar conciencia y hacer cambios.
Cuando
dedicas tiempo para ser consciente, necesariamente te alejas de las sombras y caminas en la luz.
Estar
alerta te impide tropezar
y hacer daño porque la conciencia te lleva por un sendero de amor y sabiduría.
Ámate y
dedica un buen tiempo a meditar y analizarte sin engaños. Ser consciente es mejor que ser
inteligente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios