Si
en realidad quieres ser feliz ama en el ahora, abandona el pasado y no viajes
al futuro.
Haz
todo lo que puedas para estar sereno porque la serenidad
te regala paz y bienestar.
Míralo bien y verás que eres más
eficiente en una hora de serenidad que en varios días de agitación.
Saca
cada día tiempo y con los siguientes cuatro pasos podrás relajarte y estar
sereno, incluso en medio de una prueba:
1. Cierra tus ojos.
2. Suelta tu cuerpo.
3. Respira suave un buen rato.
4.
Enfoca tu mente en algo positivo.
Para aquietar la mente agitada lo mejor
es repetir breves afirmaciones y breves oraciones:
Estoy
bien, siento paz, me siento mejor, siento descanso.
En ti confío, Señor; me das tu paz, me
iluminas, eres mi descanso.
Ánimo,
cultiva la serenidad y ella te llevará a la felicidad que coincide con la paz
interior.
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