LAS REGLAS DE LA FELICIDAD, SEGÚN SCHOPENHAUER
Arthur Schopenhauer, brillante filósofo alemán, dejó una profunda huella en la filosofía de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX. Conocido por su pesimismo, plasmado en su obra principal "El mundo como voluntad y representación", Schopenhauer también escribió un ensayo con 50 reglas para alcanzar la felicidad.
La "felicidad" es un concepto impreciso y subjetivo, entendido de diferentes maneras a lo largo de la historia. Aunque compartimos la idea de que implica una sensación de plenitud y dicha, cada persona llega a ese estado por razones distintas. Schopenhauer desarrolló un concepto de la felicidad basado en la prudencia y la ética, destacando que la verdadera felicidad tiene más que ver con la paz interior que con la exaltación o la dicha. Aquí seleccionamos 10 de sus reglas más enriquecedoras.
1. Evitar la envidia
Sabemos cuán cruel e implacable es la envidia y, sin embargo, nos esforzamos sin cesar en suscitarla en los demás. ¿Por qué?
La envidia es una fuerza negativa que puede bloquear nuestra alegría de vivir. Quien está enfocado en lo que hacen o sienten los demás, descuida la tarea de construir su propia felicidad. Estudios, como el del doctor George Foster de la Universidad de Chicago, revelan que la envidia es una de las emociones más peligrosas y fuente de infelicidad.
2. Desprenderse de los resultados
Reflexionar a fondo sobre una cosa antes de emprenderla y, una vez llevada a cabo, no angustiarse con los resultados, sino desprenderse plenamente del asunto.
Nos centramos demasiado en los resultados y la consecución de metas. Si no alcanzamos lo que deseamos, experimentamos fracaso y decepción. Lo más satisfactorio es sentirnos bien por el esfuerzo realizado, valorar el proceso y lo aprendido, y estar orgullosos de nosotros mismos, independientemente del resultado.
3. Permitirse la alegría
Cuando estemos alegres, no debemos pedirnos permiso para ello con la pregunta de si tenemos motivo para estarlo.
Muchas personas sienten culpabilidad al estar alegres, pensando en el sufrimiento de otros o en que el sufrimiento es más loable que la alegría. Es esencial desprendernos de estas ideas y permitirnos experimentar la alegría sin cuestionamientos, disfrutando el momento y sintiéndonos libres emocionalmente.
4. Controlar las fantasías
En todas las cosas que afectan a nuestro bienestar y malestar, nuestras esperanzas y temores, hay que poner riendas a la fantasía.
Como decía Goya, "la imaginación engendra monstruos". Tendemos a dejar volar la fantasía con nuestros temores y ambiciones, viendo peligros mayores o éxitos gigantescos que no se materializan solo con soñarlos. La fantasía puede ser beneficiosa como canal de creatividad y motivación, pero si nos lleva a soñar imposibles y frustrarnos, es mejor controlarla.
5. Evitar la infelicidad
Vivir feliz solo puede significar vivir lo menos infeliz posible.
Muchas personas no evitan la infelicidad, sino que la buscan y la encuentran. Schopenhauer sostiene que lo saludable es evitar o erradicar situaciones que traigan desdicha, porque no valen la pena y solo generan nuevas dificultades.
6. Valorar lo que se tiene
Debemos ver lo que poseemos como lo estaríamos mirando si alguien nos lo quitara; sea propiedad, salud, amigos, amantes, esposa e hijos. La mayoría de las veces solo sentimos su valor después de haberlos perdido.
Cada día deberíamos despertarnos y agradecer por todo lo que tenemos: un día más de vida, un techo, una cama y una conciencia para valorar lo que muchos otros no poseen. Autores como Martin Seligman, de la psicología positiva, nos recuerdan la importancia de apreciar lo que ya tenemos para sentirnos seguros y motivados.
7. Emprender y aprender
La actividad de emprender o aprender algo es necesaria para la felicidad del ser humano.
Tener planes y proyectos aporta entusiasmo a la vida, no importa si es algo pequeño como cultivar una planta o hacer una comida deliciosa. El aprendizaje nos permite sentir que estamos creciendo y evolucionando, contribuyendo a la felicidad.
8. Cuidar la salud
Al menos nueve décimas partes de nuestra felicidad se basan exclusivamente en la salud. -A. Schopenhauer-
La enfermedad cambia nuestra perspectiva de la vida. La salud es un tesoro que debemos cuidar para poder disfrutar de todo lo demás.
9. Ser compasivos con nosotros mismos
Cuando analizamos nuestra vida y nuestros fallos en ella, podemos excedernos fácilmente en los reproches contra nosotros mismos.
La primera forma de bondad debe estar dirigida hacia nosotros mismos. Es importante evaluarnos, reconocer los errores y aprender de ellos, pero sin criticarnos duramente. Estudios, como el publicado en la revista "Psychology Science", indican que invertir en autoestima y autocuidado mejora la calidad de vida y la salud.
10. Prepararse para el paso del tiempo
Lo que más frecuentemente y casi forzosamente descuidamos y dejamos de tener en cuenta en nuestros planes de vida son las transformaciones que el tiempo opera en nosotros mismos.
Cuando somos jóvenes, parece que la vejez es algo que les ocurre a otros, nunca a nosotros. Esta fantasía nos lleva a vivir sin prepararnos para un futuro en el que el peso de los años trae nuevas limitaciones y vulnerabilidades. Prepararse para la vejez garantiza un mejor bienestar en esa etapa de la vida.
Conclusión
Las lecciones de sabiduría de Schopenhauer son auténticos regalos para reflexionar a diario. La felicidad no es un objetivo, sino un camino en el que debemos invertir a diario haciendo sencillos cambios en nuestro enfoque personal. ¡Anímate a comprobarlo!
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