Google Ads

CUANDO LAS PALABRAS SOBRAN

 

A veces no hace falta decir las cosas; con solo mirar tus ojos, ya sé que hay algo que no va.  Los conozco, y no me van a engañar. Esos momentos incómodos cuando tú me dices: No sé lo que pudo pasar, mientras te muerdes los labios y finges llorar. ¡Vamos, no me digas que no lo siento!

Tu mirada lo dice todo, y esconderlo es como intentar ocultar un secreto a voces. Esas cosas que, aunque quieras, no puedes ocultar. Y esos labios que tiemblan, apenas puedes hablar. Ya no sientes lo mismo; no lo puedes negar. Es doloroso, lo sé, y tú también lo sientes.

Con una simple mirada, puedo entender lo que está pasando. Te siento tan lejos, a pesar de que mis manos pueden tocarte. Es un contraste brutal, esa cercanía física y la lejanía emocional. A veces, no hace falta decirlo, porque cuando todo se acaba, las palabras sobran. El silencio se convierte en lo más elocuente.

Esos momentos amargos me rompen por dentro, y no puedo evitarlo. ¿Por qué es tan difícil aceptar que todo ha cambiado? El silencio lo dice todo; no hay necesidad de más palabras. Es mejor dejar que las cosas fluyan, aunque duela.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Por favor, escriba aquí sus comentarios

Gracias por su visita.

EnPazyArmonia