Y
yo, que hasta ayer solo fui un holgazán, hoy me encuentro aquí, convertido
en el guardián de sus sueños de amor.
¡Qué cambio, verdad! La
quiero a morir, y eso no es cualquier cosa.
¿Pueden
destrozar todo lo que ven? No hay problema. Ella, con
solo un soplo, lo vuelve a crear. Es mágica, como si nada hubiera
pasado. La quiero a
morir.
Ella
se convierte en el tiempo de cada reloj, en la que transforma mi dolor
en colores con su sonrisa.
Me levanta y me cose unas alas, ayudándome a subir a toda prisa, porque con ella, la vida
tiene otro sentido. ¡A toda prisa! La quiero a morir.
Conoce cada guerra, cada herida,
cada rincón de mi ser. Es
como si supiera el mapa de mi vida, y me dibuja un paisaje que se vuelve
real. En un bosque de lápiz, se apodera de mí. ¡Increíble! La quiero a morir.
Y cuando me miro en sus ojos, me
enfrento a un mar de emociones. Son como dos espejos de agua, ¡qué belleza! La quiero
a morir. Solo puedo sentarme, charlar, y dejarme llevar. Quiero ser solo suyo, porque eso
es lo que realmente deseo. La quiero a morir.
Así que aquí estoy, un holgazán transformado,
gracias a su amor. Un guardián de sueños, y no puedo hacer más que agradecer
que ella está en mi vida. ¡La quiero a morir!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Por favor, escriba aquí sus comentarios