Aquí
estoy, intentando olvidarte.
Siguiendo la ruta de un pájaro herido, tratando de dejar atrás
esos recuerdos que me persiguen. Es complicado, la verdad. Me enredo en amores
que no siento, como un
intento fallido de superarte, pero siempre termina siendo lo mismo.
Llega
la noche y, aunque intente llenar mis días con mil cosas, no puedo evitar darme
cuenta de que te necesito.
Esa sensación de vacío se siente como un eco en esta casa tan sola.
Procuro cansarme, hacer tanto en el día que al
final solo quiera caer en la cama y dejar que todo se apague. Pero, al
mirar a mi alrededor, me
doy cuenta de que no sé lo que haría si estuvieras aquí, si todo fuera
diferente.
Quisiera
que siguieras a mi lado, que esta soledad no me aplastara con su peso. Y
aún así, sigo intentando, sigo contando las hojas caídas, como si en cada una pudiera encontrar
una parte de ti.
Es
un juego que me deja perdido, buscando respuestas en un mundo que ya no
se siente igual. Pero,
¿sabes qué? Aunque no logre olvidarte, sé que un día esto pasará.
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